El mercado de la compraventa de divisas, o mercado Forex, suele ser coto de unos pocos, a pesar de ser uno de los mercados que más volumen mueve, unos 4.000 millones de dólares diarios. Pero hay épocas del año en que todos nos convertimos en operadores de divisas casi sin saberlo: cuando decidimos viajar al extranjero en vacaciones y tenemos que enfrentarnos al cambio de divisa.

Tener algunas nociones sobre la jerga del mercado Forex o sobre cómo funcionan las tasas de cambio de las divisas puede ser de gran ayuda. Por ejemplo, es imprescindible saber que cuando adquirimos una divisa, lo hacemos a cambio de otra. Es decir, si tenemos euros y queremos viajar a Reino Unido, tendremos que comprar libras y lo haremos a un tipo de cambio fluctuante, 24 horas al día, 5 días a la semana, que está afectado por la macroeconomía, la política, etc.

Es por esto que las divisas se negocian, siempre, en pares de monedas, ya que compramos una y vendemos otra simultáneamente. Si seguimos con el ejemplo anterior, Euro/Libra (EUR/GBP), la primera divisa será la divisa base y la segunda, la divisa cotizada. La cotización del par de divisas nos marca la cantidad de libras que necesitamos para comprar un euro.

Así, si el Euro/Libra operara a 0,8265, necesitaríamos 0,8265 libras para comprar un euro. O lo que es lo mismo, por cada euro cambiado, obtendremos 0,8265 libras.

Otra característica del mercado Forex es que, a diferencia de otros mercados financieros, no tiene una ubicación física, no posee un lugar de intercambio central. Opera a través de una red electrónica de bancos, sociedades y personas que cambian una moneda por otra. La falta de ubicación física permite al mercado cambiario operar las 24 horas del día, abarcando diferentes zonas a través de los centros financieros más importantes.

Además, no existen los tipos de cambio oficiales. Las tasas son orientativas y es muy posible negociar descuentos ya que las entidades que se dedican a la compraventa de divisas aplican sus propias comisiones, que varían de una a otra.

Volviendo a lo práctico, esto quiere decir que, cuando viajemos, lo más ventajoso será investigar la divisa de nuestro país de destino, observar sus fluctuaciones, elegir el mejor momento para cambiar y dirigirnos a nuestra entidad bancaria de confianza, donde es posible que podamos negociar un buen precio.

Acertar en cuándo y cómo adquirir la moneda del país de destino puede economizar el gasto de nuestras vacaciones, según el portal Agentravel. Así, esta web expone que "los viajeros que deciden cambiar euros a otra divisa antes de viajar, en lugar de sacar dinero en el destino, pueden obtener un ahorro de hasta el 70% en comisiones." Tanto Agentravel como el servicio de ayuda Kelisto estiman que "el consumidor puede recibir hasta un 5% más de dinero cambiando en su entidad bancaria habitual en lugar de en el aeropuerto."

OTROS CONSEJOS ÚTILES

Algo muy importante a tener en cuenta es que es mejor pagar con tarjeta de crédito, siempre que se pueda, y llevar el dinero imprescindible para los gastos mínimos en efectivo. Es recomendable revisar los límites que tenga nuestra tarjeta, tanto para sacar dinero en entidades como para pagar en comercios, y negociar una ampliación de los mismos con nuestro banco si se estima que tendremos un margen demasiado estrecho.

Si aún así surgiera una emergencia y se necesitara sacar dinero en el país de destino, como norma general, la comisión aplicada sería de un 4%. El consejo es bastante lógico, dice el diario ABC, en una guía para viajeros: "Si no te queda más remedio y tienes que acudir a un cajero, cuánto más cantidad de dinero saques de una vez, mejor para tu economía."

Una vez terminado el viaje, tal y como alerta el diario ABC: "Consulta los movimientos cargados en tu tarjeta y comprueba que el tipo aplicado es el oficial en cada momento."

Otro de los motivos por el que es recomendable llevar el dinero justo en efectivo es que a la vuelta nos podemos encontrar con la sorpresa de que no podamos cambiar a nuestra divisa. La mayoría de las monedas que existen son no convertibles. De hecho, poco más de 10 divisas mundiales, del total de más de 170 que existen, pueden cambiarse por euros. Y otro punto extra que debemos contemplar es que sólo se podrán cambiar los billetes.

Tanto Kelisto como Agentravel alertan que al convertir las monedas del destino, el viajero deberá pagar otra comisión, aparte de la abonada en el destino al cambiar los euros por divisas extranjeras. Además, explican, "esa operación no sólo tendrá una comisión distinta, sino además un tipo de cambio diferente al inicial. Y es que el tipo de cambio vendedor, que suele ser superior al comprador."

Noemí Jansana