Los inversores se fueron a dormir el miércoles y se han despertado el jueves con la incógnita de por qué el dólar cedió sus ganancias tras la publicación de las actas de la Reserva Federal de los EEUU.

A simple vista, todo apunta que la divisa estadounidense debería haber mantenido su rally de corto plazo contra sus principales rivales: el euro, el yen y la libra, pero, si bien observamos una subida de unos 20 pips contra el yen y el euro, a los quince minutos de haberse publicado las actas de la Fed, los cruces habían vuelto a sus niveles iniciales.

Explica Kathy Lien, directora de BK Asset Management, que las actas en sí mismas fueron positivas para el dólar y la reacción no debería de haber sido de debilidad en la divisa. La Reserva Federal reconoció las mejoras en el mercado laboral de los EEUU, reflejaron que se discutió que la economía debe mejorar en el segundo trimestre y que el tapering acabará en octubre. Hechos que, explica Lien, deberían haber provocado una reacción positiva en el dólar.

Para esta analista, la divisa se giró a la baja, impulsada puramente por el movimiento de reverso en la rentabilidad del bono estadounidense. Sobre una base intradiaria, el rendimiento del bono a 10 años cotizó en un máximo del 2,60%, pero terminó la jornada en los 2,55%. “Esta fue la causa de la caída del dólar. Y tras la caída del rendimiento del bono está el fracaso de la Fed para proporcionar una señal clara de cuándo empezaran las subidas de tipos de interés”, explica Lien. Y añade: “La insatisfacción de los inversores ante la falta de concreción de Yellen condujo los rendimientos del bono y el dólar a la baja”.

Esta analista se muestra partidaria de la corriente de mercado que opina que el Euro/Dólar no caerá en el plazo de 3 - 6 meses hasta niveles de 1,30. Más bien se mantendrá alrededor de 1,35 - 1,36 al menos hasta octubre y, después, los 1,34 deberían ser un nivel más que razonable para la divisa.

Desde el punto de vista del análisis técnico, avisa José María Rodriguez, analista técnico de Bolsamanía, que el cruce podría estar dando forma a una gran formación en forma de "cabeza y hombros" de implicaciones bajistas, pero “debe abandonar los 1,3501”. Karen Jones, analista técnico de Commerzbank, sigue apostando porque el cruce vuelva a estos niveles, desde donde el descenso a la media móvil de 200 semanas en los 1,3424, sería sólo cuestión de tiempo.

Pero ambos analistas opinan que, en el corto plazo, el Euro/Dólar parece más dispuesto a seguir subiendo hasta los 1,37, que a bajar de los 1,36. Avisa Ramon Morell, analista de ETX Capital España, citando a Market News International que “la actividad reciente de los precios en el eurodólar sugiere un movimiento de regreso hacia 1.3676/00 donde se sitúan tanto la media de 55 y 200 días como la banda superior de Bollinger”.

¿Y el yen y la libra? Analistas como Michael Hewson de CMC Markets, favorecen que el rango en el que se encuentra el Dólar/Yen, de los 101,20 y los alrededores de 103,00, prevalezca, con una resistencia clave en la línea de tendencia bajista de 2014, en los 102,65.

La mayoría de analistas siguen apostando por la extrema fortaleza de la libra, con un Libra/Dólar que parece dispuesto a tomar los 1,72.

Noemí Jansana