Sí, la gran pregunta que deberá responder hoy la Fed es si comenzará a reducir su programa de compra de activos de $85.000 millones mensuales. Pero, más allá del tapering, la autoridad monetaria tendrá que hacer frente a otras cuestiones como la inflación. Afirma Tom Porcelli, de RBC, en declaraciones a MarketWatch, que éste es el único indicador que se mantiene “en rojo”: aunque el banco central insiste en que la caída de los precios es transitoria, estos siguen reduciéndose y muchos expertos tienen miedo de que se reproduzca lo sucedido en Japón. La Fed espera que el IPC repunté en 2014 a un rango de entre el 1,3% y el 1,8%, por debajo de su objetivo del 2%; y los analistas no prevén que cambie estas estimaciones.
Por otra parte, el mercado también se plantea la siguiente duda: ¿Cambiará la Fed su foward guidance? Algunos economistas creen que podría marcarse un suelo de inflación; otros, apuntan a que reducirá el objetivo de desempleo hasta el 6% desde el 6,5% actual: la autoridad monetaria prevé que en 2014 se sitúe entre el 6,4% y el 6,8%. Para el crecimiento, el banco central augura que sea de entre el 2,9% y el 3,1%.
Además, como señala Michael Hanson, de Bank of America Merrill Lynch, uno de sus objetivos podría ser retrasar las expectativas de subida de tipos hasta principios de 2016, frente a la previsión actual de 2015.
Finalmente, ¿cuáles serán las palabras de Bernanke en la rueda de prensa posterior a la decisión? Opina Michael Feroli, economista de JP Morgan, que si opta por no comenzar el tapering, indicará que la posibilidad de un retroceso está ahí; mientras que si decide comenzar la reducción de compras de activos, insistirá en que la Fed no tiene prisa y que el tapering no supone endurecer su política monetaria.
S.C.