Apertura con descensos en Wall Street después de que el viernes el Dow Jones cayera un 2,54% en su mayor descenso desde el brexit. El S&P 500 retrocedió un 2,21% y el Nasdaq, un 1,96%.
Así, el Dow Jones finalizó la semana con un descenso del 4,1%, superior a la bajada del 3,9% del S&P 500 y a la del Nasdaq, del 3,5%, los mayores retrocesos desde enero y febrero de 2016, respectivamente.
Los descensos se produjeron después de que el Departamento de Trabajo publicase su último informe de nóminas no agrícolas, con 200.000 nuevos empleos en enero, superando el pronóstico de los economistas consultadospor Reuters de 180.000.
Pero, además, los salarios experimentaron la mayor subida anual en más de ocho años y medio, el 2,9%, lo que ha hecho pensar a los inversores que la inflación podría elevarse más de lo previsto este año.
Los analistas de Renta 4 resaltan que el repunte del salario medio por hora hasta el mayor nivel desde 2009, “hace prever que la Fed estará más dispuesta a subir tipos de forma más acusada. El mercado descuenta que subirán tipos con una probabilidad del 100% (94% de 25 puntos básicos y 6% de 50 puntos básicos) en la próxima reunión del 21 de marzo y del 12% de una subida de 25 puntos básicos en la siguiente del 2 de mayo hasta 1,75%/2%”.
El viernes, tras subir siete puntos básicos, el interés del bono estadounidense a 10 años alcanzó máximos de cuatro años, en el 2,885%.
Desde Reuters destacan que, actualmente, los operadores están valorando tres alzas de tasas para 2018, pero si la economía y las ganancias corporativas continúan mejorando, crecerán las probabilidades de un cuarto aumento.
Desde Bankinter explican que “hasta ahora la moderada subida en salarios, llevaba a pensar que todavía existía capacidad ociosa a eliminar en el mercado laboral, frenando la subida de tipos. Para esta semana, en la que no hay grandes referencias en el frente macro, esperamos consolidación de esta tendencia de gradual subida de rentabilidad”.
En la agenda del día, hoy en EEUU se publicarán datos de PMIs finales de enero servicios (53,3 preliminar) y compuesto (53,8 preliminar) y, por último, se publicará el ISM de servicios compuesto de enero, con una previsión de 56,6 puntos, desde los 56,0 puntos de la lectura preliminar revisada.
En cuanto a la Reserva Federal, su ex gobernador, Jerome Powell, asumirá el cargo de presidente, heredando el puesto de la primera presidenta, Janet Yellen.
En el apartado empresarial, hoy no habrá publicación de resultados de relevancia. Walt Disney, General Motors Tesla o Twitter presentarán sus cuentas esta semana.
Con 251 compañías del S&P 500 publicadas el incremento medio del beneficio por acción es del 13,66%, frente al 11,0% estimado antes de la publicación de la primera compañía. De ellas, baten expectativas el 76,9%, el 8,8% se mantienen en línea, y el restante 14,3%, decepciona.
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Con todo, en la apertura de Wall Street, el Dow Jones bajan un 1,01%, el S&P 500, un 0,99% y el Nasdaq, un 1,05%.
Con el índice industrial en los 25.206,64 puntos, solo suben registran subidas Intel y Pfizer, que avanzan un 0,50% y un 0,19%, respectivamente.
En la parte contraria de la tabla, el mayor descenso es el de Boeing, que cae un 3,48%, por delante de Caterpillar, que retrocede un 2,77%, y de Home Depot, que se deja un 2,66%.
Por otro lado, Wells Fargo cae un 8,26% después de que la Reserva Federal haya bloqueado la expansión del banco “hasta que mejore suficientemente su administración y controles”.
Qualcomm sube un 0,12% después de que Broadcom elevase su oferta para comprar el fabricante de chips. En concreto, la nueva oferta alcanza los 121.000 millones de dólares por el 100% de Qualcomm. Por su parte Broadcom baja un 0,40%.
Bristol-Myers Squibb sube un 2,59% después de que el fabricante de medicamentos comunicase que un ensayo de última etapa para un medicamento contra el cáncer de pulmón cumplió su objetivo principal.
En el inicio de la jornada en EEUU, el euro retrocede frente al dólar y se intercambia a 1,241 billetes verdes.
En el mercado de materias primas, el precio del petróleo Brent de referencia en Europa cae un 1,02%, hasta los 67,90 dólares, al tiempo que el West Texas estadounidense baja un 0,57%, hasta los 65,08 dólares por barril.