Si la inflación era para casi el 50% de los traders el gran problema del pasado ejercicio, ahora le llega el turno al riesgo de recesión, que gana terreno entre los especialistas del mercado, como el factor que más impacto tendrá en los mercados financieros a lo largo y ancho de 2023.
Así lo indica JPMorgan en su encuesta anual sobre el e-trading, que explora hasta 60 ubicaciones con más de 835 operadores bursátiles que han respondido a sus preguntas, sobre los temas más importantes para las bolsas mundiales y las próximas tendencias que ya distan de lo que esperaban hace ahora un año.
La recesión o su sombra o riesgo, es el principal riesgo que vislumbran en un 30% de los casos, pero el miedo al aumento de los precios, o en este caso, mejor dicho, a que el descenso no sea lo suficientemente pronunciado es el segundo en la lista, con un 26% y un tercero marcado por los conflictos geopolíticos.
Pero como decimos, la encuesta sí muestra que la inflación tendrá un papel preponderante este año en el mercado: porque de su rápida corrección dependerá por completo el panorama de los tipos de interés y su efecto directo en el crecimiento, con la posible recesión como principal riesgo. De ahí que la mayoría de los consultados, hasta un 44% consideran que la inflación ya ha tocado techo y se corregirá en el presente ejercicio.
Pero el movimiento de los precios y su presión sobre la economía sigue siendo caballo de batalla para los traders, ya más de 1 de cada 3 considera que los precios solo se estabilizarán.
Y por cierto los analistas que más consideran que bajará la inflación se encuentran en Europa, un 56%, gran mayoría que lo consideran frente al 32% de los de Estados Unidos.
Más allá de ello, lo cierto es que los expertos del mercado estiman que volatilidad que experimentarán a lo largo y ancho de 2023 los mercados financieros, en un 46% de los casos será el mayor desafío para la dinámica de las bolsas, ya que dobla con creces el segundo de ello. Se trata de la disponibilidad de liquidez, que también preocupa mucho, aunque menos que el 35% que preocupaba en 2022. En este caso es al 22%.
Desde JPMorgan consideran que ahora, conforme transcurre el tiempo, las preocupaciones de los mercados financieros van más en línea con esa deriva de la inflación, que, con subidas de tipos más elevadas, pueden lastrar de fondo las economías. Es otra fase más avanzada de los efectos de unos precios que no se han corregido lo suficiente en el mercado a pesar de las drásticas subidas de tipos, muy especialmente en el caso de la Reserva Federal de Estados Unidos.
El panorama cambiante de la situación coloca el crecimiento global con una ligera mejora en las expectativas que acaba de presentar el FMI. El Fondo Monetario Internacional visualiza que la situación mundial es algo mejor mientras mejora el crecimiento medio al 2,9% en todo el planeta. Todo a cuenta de que los riesgos de recesión bajan, aunque no parece que lo suficiente en el imaginario de los expertos del mercado.
Y es que todo sigue en el aire con esos dos años a punto de cumplirse en la guerra de Rusia contra Ucrania, sin visos de finalizar, pero con China abierta al mundo tras terminar su política de cero Covid. Uno de los grandes problemas sobre la mesa sigue siendo la traslación de los precios, al día a día, más allá de las partidas más volátiles, como estamos viendo en España. Una inflación menos propensa a la energía y más a los alimentos elaborados y a los servicios esenciales. Y más estructural y peligrosa, con el riesgo de quedarse.