Hay que reconocer que los títulos de la tecnológica Indra lo están haciendo muy bien en los dos meses que llevamos de ejercicio. Al menos se podría decir que sus movimientos están siendo bastante ordenados y, por lo tanto, previsibles. Fíjense cómo las fuertes caídas de mediados de enero, tras la “excusa” de la devaluación del peso argentino y el posible contagio a otras monedas vecinas, llevaron al precio a corregir justo hasta lo que yo denomino la “cresta” del impulso alcista previo, es decir, los máximos de octubre de 2013. Entonces el precio marcó una resistencia en los aproximadamente 12,65 euros y ahora ha demostrado su actuación como soporte, esto es lo que conocemos como un throw back.

Ahora bien, en el corto plazo, tenemos una resistencia, casi inmediata, en los máximos anuales (14,20 euros). En teoría, la superación de este nivel, con holgura y en precios de cierre, dejaría el camino despejado hacia la siguiente zona de resistencia que se presenta en el entorno de los 14,468 euros (máximos de 2009) y, por encima, los máximos históricos en los 15,48 euros.

JM.R.