Arabia Saudita sigue asestando duros golpes fiscales a las empresas tecnológicas. En este caso ha sido a Uber Tech y su subsidiaria Careem con una factura que asciende alrededor de 100 millones de dólares, según Matthew Martin y Nicolas Parasie en Yahoo Finance.

Los reclamos están relacionados con una disputa sobre cómo calcular el impuesto al valor agregado adeudado en los últimos años por las grandes empresas frente a sus contratistas individuales, e incluyen fuertes sanciones por pago atrasado, dijeron las personas.

Varias empresas están tratando de negociar con el Zakat, la Autoridad de Impuestos  y Aduanas del reino saudí. La misma se ha negado a hacer declaraciones al respecto, así como las firmas involucradas en este duro golpe fiscal.

Esto se enmarca dentro del debate global existente sobre las plataformas de “economías colaborativas” que dependen de usuarios individuales por debajo de las normas impositivas. Incluso Reino Unido se está planteando endurecer las normas fiscales en el sector.

Pero los costos inesperados podrían asustar a los inversores en un momento en que el príncipe heredero Mohammed bin Salman y los funcionarios saudíes están tratando de atraer empresas multinacionales al reino e impulsar la inversión extranjera.

¿Qué paso con Fetchr?

Este problema salió a la luz debido a la aplicación de mensajería de Dubai, Fetchr, la cual está considerando la liquidación tras volverse “insolvente” por un impuesto en disputa por 100 millones de dólares. La firma es una de las 9 más prometedoras de Medio Oriente.

Este problema no solo afecta a la mencionada, sino que también abarca un amplio abanico de firmas en el país saudí.

Los impuestos es una de las grandes ambiciones del príncipe Mohammed y también un creciente dolor de cabeza. Pero los funcionarios se han comprometido a escuchar al sector privado. No obstante, algunos empresario se quejan que los cambios repentinos de políticas durante los últimos cinco años dificultan la planificación anticipada y la evaluación de los riesgos. Sin olvidar que están compitiendo con Dubai, uno de los destinos seleccionados por las startups.

 Arabia Saudita solía depender en gran parte de los ingresos por el petróleo, pero en 2018 con la intención impulsar otro tipo de ingresos introdujeron el impuesto al valor agregado por un 5%. El cual se incrementó al 15% durante la pandemia, provocando una caída en los precios del petróleo. Pero el príncipe prometió reducirlos en un futuro.

Valor agregado

Desde que se dio inicio al puesto, empresas como Uber pagaban lo que ellos percibían como su propio valor agregado o la comisión de la empresa. Esto es solo una parte del monto total pagado por los clientes, del cual gran parte se destina a los conductores que utilizan la plataforma.

Pero en 2020, la autoridad fiscal empezó a enviar reevaluaciones que aplicaban impuestos sobre el monto total, incluyendo los recortes a los contratistas, según personas interiorizadas en el problema.

Las autoridades argumentan que esas personas están por debajo del umbral de impuestos y no sería práctico cobrarles a ellos directamente. Pero como las facturas se remontan a varios años y son acumulativas, dejan a las empresas en apuros por el dinero que no cobraron.

Algunas firmas buscaron ayuda del Ministerio de Inversiones y otras entidades. Pero las mismas respondieron que esto requería una solución política.

"Estamos al tanto de casos como este", dijo el ministerio en un comunicado a Bloomberg. "El Ministerio de Inversiones es un defensor de los inversores en todo el gobierno y estamos trabajando en estrecha colaboración con los organismos gubernamentales relevantes para abordar este problema y trabajar colectivamente hacia una resolución rápida y justa".

Los cambios de política descritos en la estrategia de inversión del reino, anunciados la semana pasada, están "diseñados para crear un entorno empresarial justo y propicio que integre las necesidades de los inversores locales e internacionales en la toma de decisiones del gobierno", agregó el ministerio.

El fondo soberano de Arabia Saudita posee una participación de casi el 4% en Uber, y el gobernador del fondo, uno de los principales asesores del príncipe heredero de Arabia Saudita, tiene un asiento en el directorio de la empresa. Careem es propiedad total de Uber, pero ambas marcas operan como aplicaciones distintas en el reino.

Uber sigue recuperando cerrando el pasado viernes en los 48,36 dólares.