En un informe del que se hace referencia Business Insider, Goldman Sachs prevé que la demanda de ETF’s aumentará un 33% en 2018. En números redondos, el apetito de este producto va a generar una demanda de 400.000 millones de dólares solo el próximo ejercicio, que se transformará en subidas de Wall Street.
Este hambre por la renta variable va a compensar las ventas de bolsa que van a producirse de parte de los fondos de gestión activa. En opinión del banco de inversión estadounidense, el año que viene se desprenderán por acciones valoradas en unos 125.000 millones de dólares. El conjunto de la industria de los fondos de inversión será vendedor neto por un importe de 250.000 millones de dólares.
Sin embargo, en Goldman Sachs consideran que seguirán siendo las propias compañías las que con sus programas de recompra de acciones tendrán más apetito por la renta variable. Estos expertos consideran que el año que viene el dinero destinado a recompras de acciones aumentará un 3% hasta 590.000 millones de dólares. En opinión de estos analistas, ni tan siquiera las elevadas valoraciones van a refrenar a las compañías de seguir haciendo compras.
Los inversores extranjeros, por otro lado, demandarán acciones por un importe de unos 100.00 millones de dólares, explican los analistas del banco. Consideran que esta cantidad se mantendrá estable por la evolución del PIB del país y una baja volatilidad del dólar.
Goldman Sachs entiende que estas previsiones dependerán de otros factores externos a los propios mercados como lo que ocurra con el presidente Donald Trump y su agenda –retrasada- de reformas, como la fiscal. Consideran estos expertos que si Trump saca adelante su propuesta, la bolsa tenderá a subir. En el mercado le dan una posibilidad del 65% a que prospere.
También sería positivo, dicen, que salga adelante el plan de repatriación de beneficios fuera del país. Ellos calculan que las grandes corporaciones podrían traer de vuelta hasta 250.000 millones.
Entre los riesgos, en la firma no creen muy probable que se produzca un mercado bajista el próximo año, es decir, que la bolsa caiga más de un 20%.