El mercado otorga unas probabilidades de más del 90% a que la FED volverá subir hoy los tipos de interés hasta colocarlos en el rango del 1-1,25%.  Será la segunda vez que la autoridad monetaria suba el precio del dinero y la cuarta vez desde que comenzó este proceso de normalización monetaria. Los datos económicos, a pesar de la cierta ralentización de las últimas semanas, apoyan esta decisión. Eso es, al menos, lo que piensa prácticamente el 100% del consenso. “La FED apuesta y se arriesga”

Como explican los analistas de AndBank,  “la FED no suele decepcionar. Fue capaz de mirar en la última reunión a través de la debilidad macro del primer trimestre. Un mes y medio después el saldo de los datos no ha mejorado, pero las razones detrás podrían ayudar a entender por qué el mercado no se ha movido de lo esperado”.

Recuerdan en la firma que en niveles de casi pleno empleo, es muy difícil sorprender al alza al mercado y en mayo la tasa de paro quedó en el 4,3% -en mínimos de 17 años-.  En cuanto a la inflación, recuerdan en la firma que “un 50% de la caída vista desde enero se explica por la guerra de precios entre las empresas de telecomunicaciones, un efecto denominado “desinflación benigna” que aumenta la capacidad de gasto de los consumidores y cuyo efecto se irá reduciendo en el tiempo”.

En opinión de James Athey, gestor senior de inversiones en Aberdeen Asset Management” no subir los tipos por la evolución de los precios sería un error. “Los giros en la inflación se han producido durante un periodo reducido de tiempo. No entendemos la inflación lo suficientemente bien como para tomar decisiones basadas en escasa información, incluso cuando se reduce a la inflación subyacente menos volátil”, explica.

De acuerdo con este experto, “la economía estadounidense puede adaptarse fácilmente a una subida de tipos de interés esta semana. Está avanzando en torno al mismo 2% consistente que ha logrado durante años. Hay señales de que el crecimiento del empleo se está frenando pero es normal y saludable en este punto del ciclo económico”.

Los expertos creen que el interés de la reunión está en otros aspectos y no en una subida de tipos que está más que descontada. Por un lado, en los detalles que pueda aportar la FED en la reducción del balance.

François Rimeu, Director de Cross Asset en La Française señala que “la rueda de prensa debería centrarse en la normalización del balance con el mercado a la espera de más claridad. ¿Cuándo van a empezar? ¿Cuáles son las condiciones que les comprometerían a empezar? ¿Cuál será el valor mensual máximo de la reducción de activos? Es muy complicado responder a estas preguntas en este momento, pero considerando las comunicaciones actuales, no sería una sorpresa ver que este proceso de normalización empieza a finales de año”.

Desde diciembre de 2015, cuando la institución decidió abandonar el QE, se ha dedicado a invertir en principal de los bonos que iban venciendo. Quizá, dicen los expertos, el primer paso sería dejar de hacerlo. En AndBank consideran que el anuncio oficial podría realizarse en la reunión de septiembre con final de año como fecha para empezar a implementar la reducción de sus posiciones en activos de renta fija.

Balance de la FED junio

Otro de los aspectos importantes de la reunión de hoy es la actualización de sus proyecciones económicas y convendrá volver a revisar el que ya se conoce como gráfico de puntitos que en marzo estimaba dos –o más- subidas de tipos para este año.

Sin embargo, Anna Stupnytska, economista de Fidelity, señalaba recientemente que “la subida de tipos de la Fed en junio probablemente será la última de 2017. Las condiciones financieras expansivas han alentado a la Fed este año, pero claramente la economía no ha colaborado”.

En sus previsiones de marzo los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto, (FOMC) preveían que el PIB se expandiría al 2,1% en 2017, aunque para el año que viene rebajan desde ese 2,1% hasta el 2%. 

Janet Yellen no quiso en aquel momento pronunciarse sobre el efecto de las esperadas reformas de Trump sobre la economía. Y, por el momento, no se ha equivocado. Estas previsiones de marzo no tenían en cuenta ese efecto.