La onza de oro supera los 1.300 dólares y alcanza máximos de dos meses, ante la persistente tensión en Irak y después de las palabras de la presidente de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, interpretadas por el mercado como una señal de que los tipos permanecerán estables durante un tiempo más largo. Por su parte, la plata también sube con fuerza, hasta alcanzar los 20,65 dólares la onza.
Irak ha sido un “factor de fondo que está 'ayudando' a impulsar al oro (…) por otra parte, la interpretación acomodaticia del comunicado publicado ayer jueves por la autoridad monetaria de Estados Unidos también está sirviendo de apoyo”, señala Brien Lundin, editor de Gold Nuesletter.
Así, este experto explica que dichos factores (Irak y la Fed) han aupado al metal precioso a niveles técnicos que han acelerado aún más las ganancias.
“Los puntos 'calientes' geopolíticos están siendo estrechamente vigilados de cara a nuevos acontencimientos”, destaca por su parte Jim Wyckoff, de Kitco, en MarketWatch. Y es que, opiona, "probablemente la situación va a empeorar antes de mejorar”, concluye.
S.C.