La inflación en la Zona Euro ha retrocedido otra vez hasta mínimos de 2009 y aumenta la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) a tomar medidas adicionales para combatir el riesgo de deflación.

En concreto, el IPC de la región ha registrado una subida anual del 0,4%, según los datos correspondientes al mes de julio y publicados hoy jueves por Eurostat. Esto marca un descenso del aumento del 0,5% del mes de junio. El consenso no esperaba cambios al dato anterior, aunque las cifras de inflación de Alemania y España ya registraron ayer miércoles una reducción en sus respectivas tasas.

En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los componentes volátiles de alimentación y energía, se mantiene sin cambios con una subida anual del 0,8%.

Con la inflación en el nivel más bajo desde 2009, la presión aumenta sobre el BCE para tomar medidas adicionales en su reunión del próximo 7 de agosto para frenar el riesgo de deflación y volver el incremento en los precios hacia su objetivo del 2%. Aunque el BCE tomó medidas extraordinarias, la autoridad monetaria de la Zona Euro se ha mostrado reticente a embarcar con otras medidas como la compra de activos a gran escala.