El ministro británico de Economía, George Osborne, concederá al Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) mayores competencias en materia de préstamos hipotecarios para prevenir que estos créditos se conviertan en un riesgo para la estabilidad económica.

Aunque actualmente las hipotecas no son una "amenaza inmediata" para la economía británica, el objetivo de Osborne es prevenir que puedan serlo en un futuro. "Estoy actuando contra riesgos futuros en el mercado inmobiliario dando hoy al Banco de Inglaterra nuevos poderes para intervenir y controlar el número de hipotecas en relación a los ingresos familiares y el valor de las viviendas", ha declarado el ministro.

Esta decisión llega tras las advertencias del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismos que alertaron que el incremento del precio de la vivienda y el endeudamiento podrían constituir una amenaza para la estabilidad del sistema financiero y la recuperación de la economía.

Con estas nuevas competencias, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, tendrá más poder que su antecesor sobre los créditos hipotecarios.

L.G.