Una semana después de que las pérdidas se hayan hecho presentes, una semana más en el Dow Jones, tras la montaña rusa vivida en los últimos cinco días bursátiles, llega la semana de la Fed con un tono muy distinto al que el mercado descontaba, hace precisamente sólo una semana. La caída de dos entidades tan diferentes como el Silicon Valley Bank y del Signature Bank ha calado en el mercado, traspasado fronteras con la visualización de una cada vez más débil Credit Suisse, y ha vuelto con toda su fuerza a impactar en un mercado todavía con el susto en el cuerpo a que se produzca una crisis financiera.
Todos y cada uno de los analistas reiteran que las cosas son no diferentes, sino que ni tan siquiera se parecen a las acontecidas en la gran debacle de las subprime de 2008, pero lo cierto es que el efecto pernicioso de la subida de tipos se ha cebado, donde nadie se esperaba que lo hiciera. En unos bancos medianos, como los ya mencionados y enterrados y el que todavía vive, el First Republic como exponente de la respiración asistida que le han brindado los grandes totem bancarios americanos para seguir en la batalla.
Lo cierto es que Dow Jones sigue siendo el indicador más impactado de forma que, aunque salva la semana casi en equilibrio, es el único de los grandes indicadores que lo salda en negativo con caídas del 0,15%. Y esos descensos, en el cómputo mensual, se convierten en recortes del 5,81%. Además, en el trimestre, cede un 3.22% y mantiene las caídas anuales del 3,88%.
Lo peor de todo esto es la latencia de que algo no va como debería ir en el sistema financiero, y que su sombra es más que alargada, de forma que lo que en principio se veía como episodios a superar, ahora, en el mejor de los casos, no presenta un horizonte claro para poder cerrarse. Y ese es el verdadero quiz de la cuestión que sigue preocupando a los inversores y por el que siguen castigados los bancos en todo el mundo.
La muestra los dos grandes presentes en el Dow Jones: Goldman Sachs Gr y JPMorgan Chase. El primero es el segundo valor con más ponderación en el indicador, de casi el 6,44% mientras que el segundo ocupa el número 19, con un peso del 2,67%. De hecho, Goldman cede más de un 7% semanal, con caídas anuales que superan ya el 11% y mensuales que recortan el 17,4%, mientras que JPMorgan cede casi un 6%, que se convierten en recortes del 11,6% mensuales, y del 6,2% anual.
Todo ello mientras los datos previos mostraban una caída del sentimiento de los inversores minoristas a mínimos de los últimos seis meses, y no olvidemos que el factor psicológico es fundamental en Wall Street en general y en los mercados financieros en particular. Y para esta semana todo se reconcentra en la Fed, en esa reunión del Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal, como dicen algunos, la más importante en mucho tiempo, porque, al contrario que en el caso del BCE sí se espera contundencia por parte de Jerome Powell ante lo que está sucediendo en el sector financiero, para aplacar los ánimos negativos que siguen imperando en el mercado.
Reunión que finalizará el miércoles, con tres días por delante en los que apenas habrá referencias de interés. El viernes se conocerá el PMI de servicios y el manufacturero de marzo, para tomarle la temperatura a la actividad a la economía en Estados Unidos.
Todo ello cuando se cumple un año de la primera subida de tipos de las ocho que después se han producido y mientras vuelve a cobrar fuerza la idea de que la Fed seguirá elevando los tipos en 25 puntos básicos para luchar contra la inflación, que seguirá elevada por tiempo indefinido, según se vislumbra en el horizonte de los precios altos en el que ya vivimos instalados-