Una de las grandes virtudes que tiene el mercado es que nos permite invertir en grandes empresas a precios razonables. No todos podemos permitirnos comprar un Ferrari, pero si podemos permitirnos invertir en una de las firmas automovilísticas más importantes del mundo.

Ferrari empezó su periplo bursátil en octubre del 2015 en la bolsa de New York cotizando a un máximo de 61 dólares en su primera jornada. Desde entonces su valor no ha hecho otra cosa que subir, alcanzado un máximo en los 233 dólares en diciembre del año pasado. Si señores, en medio de la pandemia del coronavirus.

¿Qué vende Ferrari?

A priori y sin indagar mucho en el asunto, automáticamente pensamos en los vehículos de formula 1 y coches exclusivos de alta gama como el principal negocio. No obstante, su modelo de negocio abarca muchos más aspectos.

El negocio abarca todos los procesos para la comercialización de vehículos deportivos de alta gama, con especial énfasis en el alto rendimiento y la exclusividad. Todos estos procesos pasan desde el diseño hasta la ingeniería, la fabricación y la posterior comercialización.

La marca ha conseguido una identificación absoluta con el concepto de vehículo deportivo, de lujo, exclusivo y de alto rendimiento con el paso de los años. El modelo de comercialización cuenta con una gran red de distribuidores que, a pesar de haberse ajustado en los últimos años, sigue operando con cerca de dos centenares de puntos de venta, alcanzando todo el ámbito geográfico mundial. Esto significa que, realmente poseen un mercado global para una marca con un perfil de cliente definido. Es decir, no cualquier puede comprarlo, ni ellos se lo venden a todo el que lo quiera y pueda comprar.

Es importante tener en cuenta que la comercialización se realiza con mucha atención al tipo de producto que se vende, es decir, lujo, rendimiento y exclusividad. Esa comercialización se realiza a través de un número de franquiciados, pero también de tiendas en propiedad de la marca.

¿Cómo puedo comprar un Ferrari en bolsa?

Simplemente acudiendo al mercado de valores a través de un corredor de bolsa o banco y comprando las acciones al contado. Recordad que esto conlleva ciertos gastos.

En este modelo de inversión, el inversor pasa a ser propietario de forma simbólica de la compañía que se basa en la cantidad de acciones que ha adquirido.

Cuando se adquieren acciones al contado, además de las posibles provisiones que haya que abonar por la compra, hay que tener en cuenta que la rentabilidad deviene de dos factores diferenciados:

  • Dividendos
  • Revalorización del activo

Por un lado el posible dividendo que la compañía reparte: las mejores acciones de dividendo pueden ser una opción interesante, pero, no todas las compañías reparten grandes dividendos.

La otra fuente es la revalorización del activo. Si el título que hemos adquirido va ganando valor con el tiempo, y lo vendemos después de x tiempo, esto nos proporciona una plusvalía. Este método es ideal para quienes invierten en el largo plazo.

También podemos invertir a través de brókers utilizando CFDs o contratos por diferencia. En el cual aprovechamos los giros del mercado para aprovechar y sacar rédito de los avances del valor en la bolsa. A diferencia de comprar acciones al contado, las comisiones y dinero necesario para invertir son más reducidos.

¿Cómo le ha ido en los resultados?

En lo que va del 2021, los resultados han quedado por detrás de las expectativas del mercado. No así su BPA que ha logrado superar por poco lo esperado por los inversores. La próxima presentación será en noviembre y los expertos esperan un BPA de 1,30 dólares e ingresos por un valor de 1,3 billones de dólares.

Según los indicadores de Ei, la tendencia se muestra al alza en todos los indicadores. Mientras los osciladores se mantienen neutrales. De los indicadores de momento, solo ADX u ADXR se muestran débiles.

La resistencia a largo plazo se sitúa en el máximo alcanzado y el soporte en el mismo plazo se encuentra en los 195,49 dólares.