Los principales índices asiáticos se han contagiado del continuo fervor comprador en Wall Street -con el S&P 500 en nuevos máximos y el Dow Jones cerca de su propio récord histórico- y han terminado en terreno positivo a la espera de que la Fed publique, esta noche, su comunicado sobre la política monetaria. Aunque la cita con el banco central estadounidense suele frenar los grandes movimientos en las bolsas a nivel mundial, los expertos no esperan novedades y el mercado no descuenta la llegada del tapering (reducción en su programa de compra de activos) hasta marzo del año que viene.

En este contexto, el Shanghai Composite, el Hang Seng y el Nikkei han terminado la jornada con compras del 1,4% de media. El Kospi ha quedado con ganancias del 0,4%.

Japón ha terminado en máximos de una semana gracias al flujo positivo de resultados empresariales y a pesar de un dato de producción industrial que ha salido peor de lo esperado. No obstante, cabe destacar que el crecimiento del 1,5% en septiembre marca una recuperación tras la caída anterior del 0,9%.

China, por su parte, ha rebotado desde mínimos de ocho meses al beneficiarse también de cifras empresariales mejores de lo esperado. Los estrategas de IG señalan que, del 78% de las empresas chinas que ya han presentado cifras, sólo un 35% ha superado el consenso, pero añaden que el crecimiento del 12,5% en ventas y del 26,2% en BPA “da razones para invertir”.

J.M.