Standard & Poor's (S&P) ha reafirmado la calificación crediticia a largo plazo de China en “AA-” y también ha reiterado el rating a corto plazo de “A-1+”, ambos con perspectiva estable.

La agencia ha explicado que las perspectivas de fuerte crecimiento, la sólida posición externa de activos netos y una sana situación fiscal apoyan al perfil crediticio de la segunda mayor economía del mundo.

Además, ha añadido que estos factores positivos contrarrestan los negativos, como su nivel más bajo de ingresos medios, su menor transparencia, los flujos más restringidos de información y el hecho de que la hoja de ruta para la política económica siga en desarrollo.

“La perspectiva estable refleja nuestra opinión de que los eventos económicos y políticos durante los próximos dos o tres años probablemente apoyen el rating actual, mientras que las reformas estructurales económicas tienen la posibilidad de relajar los riesgos en el sector financiero”, han explicado estos expertos.

J.M.