Como cada año, el multimillonario inversor Warren Buffett ha elaborado su “esperada” carta a los accionistas de Berkshire Hathaway y la revista Fortune ha publicado un extracto antes de que se divulgue formalmente. La misiva, resume CNBC, afirma que, si queremos saber cómo hacer dinero en el mercado, deberíamos echar un vistazo a cómo el “oráculo de Omaha” consiguió algo de capital con dos pequeñas inversiones inmobiliarias. Se trata, en concreto, de la compra de una granja en Nebraska y una propiedad menor cerca de la Universidad de Nueva York en Manhattan.

En ambos casos la adquisición se produjo cuando los precios eran inusualmente bajos antes de que la burbuja estallara; cuando Buffett no tenía una experiencia particular; y, más importante, invirtió en dichos activos porque pensaba que podría obtener de ellos rentabilidades crecientes, no porque esperara venderlos a un precio mayor. “Con estas dos pequeñas compras, sólo presté atención a qué podrían producir dichas propiedades y no a su valoración diaria. El 'juego' lo ganan aquellos jugadores que se centran en el terreno de juego, no aquellos cuyos ojos están pegados al marcador”, aconseja el octogenario inversor estadounidense.

Asimismo, advierte contra “dejar que el caprichoso e irracional comportamiento” de los precios en la renta variable haga que al inversor “actúe también de forma irracional”. Por otra parte, Buffett añade que “la formación de opiniones macroeconómicas o la escucha de predicciones en este sentido, previsiones de mercado u otras, es una pérdida de tiempo. Explica: “Cuando compré mis pequeñas propiedades en 1986 y 1993, las proyecciones económicas no me importaban. No consigo recordar cuáles eran los titulares, ni que decían los expertos entonces. Y es que, fuera cual fuera su palabrería, el maíz seguiría creciendo en Nebraska y los estudiantes acudiendo a la Universidad de Nueva York”.

A continuación, el “oráculo de Omaha” recomienda a aquellos que no tienen experiencia apostar por un fondo low-cost del S&P 500, ya que así los no profesionales cuentan en sus carteras con “una sección cruzada de negocios que, de forma agregada, van a comportarse bien”. Por otra parte, urge a los inversores tímidos o principiantes que no entren en renta variable en “momentos de exuberancia” y que tampoco se dejen llevar por la “desilusión” cuando cosechen pérdidas. “El antídoto para ese tipo de pérdida de tiempo es acumular acciones durante un largo periodo de tiempo y nunca vender cuando las noticias sean malas o los valores estén muy lejos de sus máximos”. Con todo, su consejo fundamental es: “Ignorar las habladurías, mantener los costes al mínimo e invertir en acciones como lo haría en una granja”.

Con las “sabias palabras” de Buffett en mente, nos acercamos ahora a la estricta actualidad de unos mercados que cotizan con pérdidas del 0,45% de media en estos momentos. China, explica Witold Bahrke, estratega de PFA Asset Management, en declaraciones a Bloomberg, “se mantiene como el 'niño problemático' para los inversores. La renta variable es ahora vulnerable a los pullbacks y el riesgo se decanta en este momento más hacia el lado bajista según nos acercamos a nuevos máximos”.

Sin embargo, el Ibex 35 lleva la contraría hoy a sus “compañeros” europeos y escala posiciones al anotarse un 0,13%, hasta los 10.205 puntos. El Tesoro de España ha llevado a cabo esta mañana la primera subasta de deuda tras la mejora de perspectiva y calificación de Moody's y lo ha hecho con buenos costes y “elevado apetito”, en palabras de Citi. A este factor positivo, debemos añadir el hecho de que, según el borrador de las previsiones de invierno de la Comisión Europea (CE), Bruselas habría duplicado sus perspectivas de crecimiento de España, aunque no cree que vaya a cumplir con el objetivo de déficit.

Sara Carbonell