Apple ha presentado unas cuentas de su tercer trimestre del año fiscal que han convencido al mercado. A pesar de algunas cifras que no les cuadran a los analistas, en especial, porque como no presenta guías de futuro, por las agoreras previsiones de consumo que se ciernen sobre el segundo semestre del año, y que como saben, es el alma y vida de la compañía de Cupertino.
De momento, en su tercer trimestre fiscal supera lo esperado por el mercado. 1,20 dólares de ganancia por acción, 83.000 millones de ingresos, cerca de la mitad, 40.670 debido al iPhone, con un margen bruto que crece un 43,26%.
Cifras muy positivas, en lo que la compañía considera un “entorno operativo desafiante” que finalmente se han comportado mejor de lo que esperaba Apple, con alzas del 2% para los ingresos trimestrales y que se elevan al 36% en tasa interanual. Otro punto a favor, son sin duda las ventas de iPhone, su buque estrella, en especial conforme avanza el año, algo muy potente si tenemos en cuenta que, lo habitual, es que conforme se acerca la presentación de un nuevo modelo, se reduzcan las ventas. Se espera en septiembre el iPhone 14, y en esta ocasión no ha ocurrido así.
Pero también hay debes importantes, porque no hay expectativas para el resto del año, algo que los analistas suelen mirar con lupa, que esperan, que las ganancias, en su trimestre de cierre de año fiscal, Apple gane 1,31 dólares por acción y que sus ventas rocen los 90.000 millones de dólares.
En su gráfica de cotización, vemos que el valor recupera posiciones de forma significativa. En julio ganaba un 19% y desde que presentara resultados, sus ganancias en precio alcanzan el 6% para Apple. Además, en la semana presenta avances del 5,6% que se convierten en mejoras a doble dígito en el último mes, del 13,52% en concreto. En el trimestre, saldo también positivo del 6% y en el año se minimizan las pérdidas hasta el 6,4%. Su capitalización supra ya los 2,51 billones de dólares.
En la parte del debe de los resultados encontramos que su App Store ya no muestra crecimiento en julio y solo se eleva un 5% en su tercer trimestre fiscal que terminaba el 25 de junio pasado, con lo que se confirma la debilidad del consumo que ya está aquí.
Pero a pesar del entorno, Apple tiene a favor dos bazas fundamentales. Su nivel de apalancamiento es el primero. A pesar de que a las Big Tech en general y a Apple en particular le son adversas las subidas de tipos y la elevada inflación, lo cierto es que su nivel de liquidez le avala y le deja de lado frente a otras compañías y su endeudamiento para seguir invirtiendo. Hablamos de 70.000 millones de dólares.
El segundo llega del medio plazo. Las agresivas subidas de los tipos, se espera que hagan mella directa y de forma inmediata sobre la inflación con lo que, se espera que a medio plazo los precios bajen y los tipos se moderen, lo que revertiría en positivo sobre la empresa.
En cuanto a recomendaciones, desde TipRanks vemos que, de los 29 analistas que siguen el valor, 22 optan por comprar, 6 por mantener y uno por vender con precio medio objetivo que supera ligeramente los 180 dólares por acción, y que le otorga un margen muy moderado de mejora, de apenas el 8%.
Desde Evercore ISI le otorgan una calificación de sobreponderar con precio objetivo de 185 dólares por acción. En KeyCorp rebajan su PO hasta los 173 dólares, sin apenas margen de mejora, desde los 177 anteriores, aunque sobreponderan sus acciones. Y en Barclays, dejan a Apple sin margen ninguno para subir: con PO de 166 dólares a la baja desde los 169 anteriores tras los resultados. El mismo precio por el que apuesta sobre Apple Credit Suisse.
Según los indicadores técnicos que elabora Estrategias de Inversión, de rebote y con una mejora de un punto, la puntuación total de Apple alcanza los 4 puntos totales de los 10 a los que puede aspirar el valor. Con tendencia mixta, bajista a largo plazo, pero alcista a medio.
El momento total mixto también, lento negativo y rápido positivo para las acciones de Apple. El volumen de negocio se muestra creciente a largo plazo y decreciente a medio, mientras que la volatilidad o rango de amplitud sigue al alza: es creciente tanto a medio como a largo plazo.
