
El boom de la inteligencia artificial (IA) ha sido uno de los factores diferenciales que han impulsado al S&P 500 a marcar nuevos máximos históricos consecutivos durante los últimos días. El índice de la Bolsa general de Nueva York sube algo menos de un 10% en lo que va de 2025, pero si se pone el foco en los últimos cinco años la revalorización acumulada es de casi un 100%.
Sin embargo, esta espectacular revalorización tiene una segunda lectura menos amable, ya que despierta recuerdos poco placenteros para los inversores que ya peinan canas. “En medio del auge de la IA, la ponderación del sector tecnológico en el S&P 500 ha eclipsado un tercio del índice”, señalan los analistas de Bespoke Investment Group en un informe que pone de relieve que la única vez que la ponderación del sector fue mayor fue durante un breve periodo a principios de 2000, en el auge de la burbuja puntocom.

Pero es que, además, este gráfico solo cuenta una parte de la historia. Hay que tener en cuenta que en 2018 los responsables de las clasificaciones sectoriales reorganizaron muchas acciones del S&P 500. El resultado fue que acciones ya importantes como Alphabet y Meta (Facebook) fueron trasladadas del sector tecnológico al recién clasificado sector de servicios de comunicación.
Esto resultó en una fuerte caída en la ponderación del sector tecnológico en septiembre de 2018, que se puede apreciar claramente en el gráfico de arriba.
Por ello, Bespoke Investment Group aporta un segundo gráfico en el que se incluye una línea roja que muestra dónde estaría la ponderación del sector tecnológico actualmente si las clasificaciones sectoriales anteriores a 2018 aún estuvieran vigentes.

El sector tecnológico tendría una ponderación en el S&P 500 de aproximadamente el 43% actualmente, en lugar del 33,6 % si se hubieran aplicado las clasificaciones anteriores a 2018. En otras palabras, poco menos de la mitad del índice.
“Si bien su altísima ponderación podría ser una señal de alerta, el sector tecnológico sigue siendo el motor del mercado bursátil estadounidense, mientras que los demás sectores quedan relegados a un segundo plano”, señalan los expertos de la firma.

