Es indudable que Sacyr ha vuelto a primera línea de titulares e inversores después de hacerse pública la situación por la que atraviesa su deuda. Tiene algo más de un mes, hasta el próximo 31 de enero, para refinanciar 2.264 millones de euros de deuda ligada a su participación en Repsol.
Las entidades acreedoras estarían forzando a la constructora a Sacyr a que se deshaga de la participación que tiene en la petrolera del 9,53% para salir indemne del trámite.

No obstante, no es el primer latigazo que recibe. A lo largo de 2014, el mercado se ha cebado con las constructoras más pequeñas, como son Sacyr y OHL, cada vez más reconvertidas hacia energéticas y menos hacia el malherido ladrillo. Tan sólo ellas firman caídas de dos dígitos, a falta de una semana y media para cerrar el ejercicio. OHL acumula un retroceso del 32%, casi el doble del 17% que se deja Sacyr en estos momentos.

Pero hay un dato más que concierne a ambos valores: repasando las recomendaciones de diciembre de 2013, Sacyr era el título que acumulaba un mayor volumen de ‘compras’ y OHL, el octavo. Erraron el tiro y, sin embargo, el espaldarazo de los brókeres hacia Sacyr ha llegado al 93%. Es decir, tan sólo 7 de cada 100 analistas se muestra contrario a adquirir sus acciones con vistas a un año. ¿Qué ven en Sacyr para gustarles tanto?

- Precio. Sus títulos cotizan ligeramente por encima de los 3 euros. Quizás –salvando distancias- con Sacyr sucede algo parecido al ‘caso Liberbank’: un título muy recomendado porque su valor en libros es el más atractivo para acercarse al sector bancario sin entrar en mayores gastos.

SACYR PRICE


- Precio / valor en libros. El mercado está valorando a la compañía ligeramente por encima de su valor real contable. Con un Price to Book Value de 1,26 veces se sitúa por encima de colegas como OHL (0,80x) y de Acciona (0,99x).Resulta, por lo tanto, más atractivo que valores como ACS o Ferrovial.

SACYR BOOK


- Deuda. Es manejable. A cierre del tercer trimestre Sacyr contaba con una deuda financiera neta por valor de 6.298 millones de euros. Las dos grandes responsables de esta situación son, por la parte de negocio, Testa, su inmobiliaria que acumula una deuda de 1.655 millones; y, por la parte de las participadas, Repsol con una deuda que asciende a 2.276 millones de euros, mientras que Itínere supone tan sólo 248 millones.

Ahora, la teórica venta forzosa de la parte de Repsol serviría a Sacyr para tomar aire.

- Volatilidad. No es sólo la más volátil de su sector, sino también del Ibex 35, que se disputa este dudoso honor junto con el Banco Popular. Ni tan siquiera chicharros como Inmobiliaria Colonial le superan. El coeficiente Beta de Sacyr es de 1,69, lo que quiere decir que cada vez que el Ibex 35 se mueve esta acción cuenta con una media de moverse en un sentido o en otro un 69% superior. La Beta negativa se identifica con aquellos títulos que llevan la contraria al Ibex en lo que respecta a su tendencia diaria. En la misma línea se encuentra también FCC y el resto de títulos, todos con una volatilidad por encima de la media. Tan sólo se salva Ferrovial, cuyos movimientos en bolsa se encuentran por debajo de la media del mercado.

BETA DE LAS CONSTRUCTORAS