El Banco Popular está sufriendo la doble vida de quien sobrevive sin ser de los grandes, como es el caso de BBVA y del Banco Santander. Acumula una penalización del 20% desde que la quiebra de las finanzas chipriotas se diera a conocer por parte de la Unión Europea el pasado 15 de marzo
, muy superior a la vivida por el Ibex 35, que tan sólo se deja cerca del 9% y también más pronunciada que los dos blue chips financieros, con caídas de entre el 12% y el 17% siendo el más perjudicado el banco de Francisco González.

Lo curioso es que la cúpula directiva del banco ha sido la primera en pillarse los dedos. Actualmente, el Banco Popular cuenta con una autocartera del 2,526% del total del capital social, comunicado el pasado 27 de marzo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. No se olían, desde luego, la tostada. (Ver Informe Banco Popular)

Echando un ojo a sus cuentas, llama la atención su participación en dos empresas cotizadas. Son dos inmobiliarias y de ahí que la pregunta directa sea: ¿no es demasiado arriesgado estar invertido en ladrillo? Juan Enrique Cadiñanos, jefe de Mesa de Hanseatic Brokerhouse, asegura que “todos los activos tóxicos” acumulados durante los últimos años “los está colocando bastante bien”, así que, en principio, no hay motivos para preocuparse. El Banco Popular cuenta con el 4,669% de derechos de voto sobre la Inmobiliaria Colonial y un 11,969% de Metrovacesa. (Ver Informe CNMV)

La pregunta sobre su participación en inmobiliarias surgió a raíz de una noticia en la que el Banco Popular no descartaba conceder un préstamo a la quebrada Pescanova, siempre y cuando, eso sí, “vean sus cuentas”. Todavía faltan cuatro días para que finalice el plazo extra concedido por la CNMV para que la compañía gallega rehaga y presente el agujero real de deuda con el que cuenta.

Desde el punto de vista fundamental, Cadiñanos considera que “el Banco Popular se está beneficiando de ser uno de los pocos que no hayan pedido el rescate al Estado”, el hecho de no haber entrado a formar parte de la Sareb. Y es consiguió autofinanciarse cuando muchos analistas mostraban sus dudas. El año pasado cerró una ampliación de capital por valor de 2.500 millones de euros, cuyo artífice, por cierto, Ángel Rivera, abandonó la entidad para mudarse al Santander hace tan sólo unos días.

Fuentes del mercado preguntadas por Estrategias de Inversión apuntan, por cierto, a que la gran garantía del Popular puede encontrarse más allá de sus cuentas: en la Iglesia Católica. Desde años se viene comentando la relación que mantiene la entidad presidida por Ángel Ron con instituciones tales como el Opus Dei. En todo caso, se trataría de un respaldo muy positivo para la entidad dada la solvencia de Iglesia en nuestro país.


Acción para largo plazo

El Banco Popular, a pesar de contar con una capitalización ‘ridícula’ al lado de los grandes bancos con tan sólo 4.900 millones de euros de capitalización, es uno de los valores del Ibex 35 más negociados diariamente. Los expertos aseguran que esto se debe a dos motivos fundamentales: el precio, bastante accesible, y las posibilidades de mejora que tiene la entidad.

Ahora bien, en términos técnicos hay que distinguir dos grandes periodos, según el consenso de expertos, y del que, por cierto, difieren las casas de análisis. Si atendemos a los brókeres, el 70% de sus recomendaciones desde que se realizara la ampliación de capital hablan de ‘infraponderar’ los títulos de la entidad, que se suma al 10% que representa la apuesta de la ‘venta’ y tan sólo Renta 4 hablaba a comienzos de febrero de ‘sobreponderar’ al Popular en bolsa.

Estas semanas se la juega en la zona de 0,58. ¿O no? Parece que el nivel clave se encuentra algo más abajo. “En 0,53 euros se encuentran los mínimos de la entidad donde parece que realizó un triple mínimo a finales de año”, comenta Cadiñanos.

“A corto plazo ha perdido casi todo del buen aspecto técnico que le proporcionaba el permanecer por encima de la zona de 0,67€. Se ha detenido cerca de 0,79, que es el 50% de Fibonacci a toda la caída desde 1,05; pero ése no es el problema, pues cabía pensar en un parón semejante”, recuerda Roberto Moro, analista de Apta Negocios.
La cuestión es que su precio se encuentra aún demasiado por debajo como para pensar en una recuperación a corto plazo. “Su único objetivo es la vuelta al origen en esos 0,53 euros. Sólo por encima de 0,62 empezaría a recuperar la sensación de neutralidad”, afirma Moro, con lo que está claro que “hoy por hoy es bajista”.

GRÁFICO BANCO POPULAR (FUENTE: VISUAL CHART)


Aún así, existen opciones a largo plazo. Carax Alphavalue concede un potencial de revalorización para el Popular hasta los 0,82 euros por acción a un año vista. “Puede tener cierto tirón”, reconoce Cadiñanos al no descartar subidas en un futuro. Eso sí, para que la tendencia aguante al alza “debería producirse algo nuevo en el sector bancario” y a tenor de las previsiones de rescate a Eslovenia, a Malta, Portugal que, según los expertos de Saxo Bank, también se tambalea, y con las piernas temblando por todo aquello que oculta Francia tras su savoir faire… no parece que vaya a producirse a corto plazo.