El Ejecutivo parece haberle cogido el gusto a esto de las casas de análisis y consultoras para salvar los muebles del sistema bancario nacional. Tres actores han sido encomendados para esta labor
, según publicaba la semana pasada El Confidencial, como son
Citi, Nomura y BPO, si bien el único atrevido en ofrecer una cifra ha sido Nomura. “Reiteramos nuestra recomendación de reducir, mientras esperamos más detalles sobre el plan recapitalización (entre ellos, el precio), aunque parece que será más dilutivo de lo que originalmente anticipábamos". Son las palabras de Daragh Quinn y Duncan Farr, los dos expertos encargados de firmar el informe.

No obstante, la teoría del contagio –como con aquello de la prima de riesgo italiana- también puede aplicarse a las casas de análisis dado que JP Morgan habla de un precio objetivo de 0,31 euros/acción; BNP Paribas lo rebaja a 0,30 euros, mientras que Natixis se atreve a pronosticar un PO de 0,21 euros, al estilo Nomura, cuando la acción cotiza más de tres veces de ese valor.


La cuestión es que de los cerca de 40.000 millones que recibirá este miércoles el Gobierno para sanear a su banca, 17.960 millones son para Bankia, aún pendiente de decidir los términos de su ampliación de capital que se darán a conocer a lo largo de este mes de diciembre. Según publicaba el diario Cinco Días, BFA, la matriz de Bankia controlada por el Estado, realizará una ampliación de capital por valor de 17.959 millones de euros que será suscrita por el FROB; tras la cual será Bankia la que tomará el relevo con una salida de 10.700 millones de euros al mercado y es ahí donde entrarán en juego los 400.000 accionistas de la entidad que representan el 52% del capital del banco. Ahora está en manos de estas casas de análisis la cuantía de las pérdidas que deberán asumir los inversores, tal y como asegura el Banco de España al hablar de “impacto final sobre los accionistas” que, dice, “dependerá de la valoración económica del grupo”.

Así pues, el consenso de analistas estima que la ampliación de capital se producirá con un 95% de descuento, resultado de la salida de 36.000 nuevas acciones al mercado a un precio estimado de 0,30 euros. “El riesgo de dilución y, por lo tanto, de caídas en Bankia no solamente no ha finalizado, sino que es mayor que nunca dado que no está en condiciones de generar orgánicamente la devolución de ayudas públicas. Tiende a un proceso en el que las acciones van simple y llanamente a cero”, asegura Javier Flores, responsable del Servicio de Estudios y Análisis de ASINVER. Desde que la entidad presidida por aquel entonces por Rodrigo Rato saliera a bolsa –ya pintaba mal el descuento sobre libros entonces…- ha perdido más del 82% de su valor.



Es más, su comportamiento dentro del Ibex 35 es tal que la volatilidad de las últimas 125 sesiones alcanza el 118% y hay quien se pregunta si sus días dentro del selectivo nacional están contados. ¿Será excluida? “Esperamos que finalmente se lleve a cabo una OPA de exclusión mediante la cual las acciones serían recompradas a un precio determinado, claramente inferior al actual”, asegura Flores. Sin embargo, el analista independiente Jorge del Canto no va tan lejos y en su opinión esta casuística sería “complicada”, aunque reconoce que “hay unas normas que obligan a tener cierta ponderación y si el Estado tiene un peso muy importante dentro de la entidad, el capital flotante baja mucho y, por ende, su ponderación”. Por este motivo, el experto apunta a que “Bankia sería expulsada del Ibex 35, pero no del mercado continuo”.

Entretanto, el organismo presidido por Elvira Rodríguez se esmera ahora en cuidar al pequeño accionista en lo que será una ampliación de capital cinco veces superior al valor de la entidad en bolsa, esto es, 10.700 millones de euros & 1.900 millones. En la medida, argumenta la CNMV, en que la situación de Bankia dista con mucho de la de Banco de Valencia, los accionistas minoritarios deberían tener derecho preferente a la hora de la ampliación de capital. ¿Qué quiere decir con esto? Que mientras la entidad valenciana está llamada a la muerte silenciosa, el plan presentado por José Ignacio Goirigolzarri para la entidad es ambicioso y prevé obtener ganancias ya el año que viene y recuperar el dividendo en el 2015.

Pero Rodríguez va más allá y habla de los mayores damnificados de esta situación. Javier Barrio, Responsable de ventas institucionales de BPI, asegura que aún “no se ha visto el fondo en Bankia”, pese a que “tienen un precio objetivo de 0,45 euros por acción, con lo que todavía hay algo de margen en el valor”. El consenso de Facset, por su parte, concede a Bankia los 0,39 euros por título a sabiendas de que las posiciones cortas –frente a lo que se pueda pensar- se han reducido en las últimas semanas hasta representar un 0,260% del total, según datos de la CNMV. O se han cansado muy pronto de un valor ‘calderilla’ o es que igual lo peor ha pasado ya, contra todo pronóstico.
FUENTE: CNMV