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    Gastos de consumo personal

    ¿Qué son los gastos de consumo personal?

    Los gastos de consumo personal se definen como los bienes y servicios que compran los individuos, los gastos operativos de instituciones sin ánimo de lucro que dan servicio a individuos y el valor de lo alimentos, gasolina, ropa, alquileres y servicios financieros que los individuos reciben como pagos en especie. La fuente primaria para estos datos es el informe mensual de ventas minoristas de la Oficina del Censo. El gasto personal es una de las subcategorías del informe de la renta personal. Para calcular el gasto personal, se suma a los gastos de consumo personal las transferencias netas al extranjero y el gasto pro intereses pagados. En otras palabras, son aquellos gastos realizados por los hogares para satisfacer necesidades necesarias o deseables. Es decir, van desde los gastos de bienes de duraderos y no duraderos, hasta el pago por servicios continuos o puntuales. Dentro de esta categoría se pueden encontrar muchas cosas diferentes, ya que se entiende consumo personal desde la factura que se paga mensualmente por la factura telefónica, hasta la compra de ropa, comida o electrodomésticos. Al igual que también se contabiliza aquí el ocio como salir a comer o cenar a restaurantes o realizar un viaje.

    Categorías dentro del consumo personal

    Ahora bien, dentro del consumo personal se pueden calificar el gasto como esencial o no esencial. Dentro del gasto esencial se agrupan todos aquellos gastos que son necesarios y que se realizan de forma habitual todos los meses. Por ejemplo, el pago del alquiler o de la hipoteca, el gasto en alimentación o en suministros son gastos esenciales que se realizan mensualmente y que suelen tener la misma cantidad. Por otro lado, están los gastos no esenciales donde se encuentran aquellos gastos puntuales como puede ser la adquisición de un teléfono móvil, el pago de suscripciones a plataformas digitales, el gasto en hostelería y viajes, etc. El consumo personal, también se suele medir como el consumo de los hogares, que representa más del 54% del PIB español, aunque la cifra varía cada año. Aún así, en 2020 superó el 54,9%. Es una buena herramienta para conocer el estado de la economía de un país, ya que establece el nivel de ahorro, y de consumo. Generalmente, en tiempos de recesión económica el ahorro aumenta y el consumo disminuye, mientras que cuando el ciclo económico es expansivo, el consumo es mayor y el ahorro es menor. Unas cifras de consumo personal demasiado elevadas también pueden indicar falta de previsión de planificación financiera por parte de los hogares, lo cual significa que no cuentan con un respaldo económico elevado para el futuro. Por su parte, un consumo demasiado bajo también implica menos ingresos para las empresas y una ralentización de la economía.

    Otras aplicaciones

    El consumo personal se puede calcular de forma macroeconómica para conocer la evolución o el estado de la economía de un país o área geográfica, pero también se puede calcular de forma individual. De esta manera, cada persona puede ser consciente así de su situación económica. Es un ejercicio necesario para tener una buena planificación financiera personal. Así, sería necesario sumar los gastos mensuales dentro de los necesarios como la hipoteca, el alquiler y los suministros y los no necesarios. Haciendo este ejercicio se puede conocer si se está gastando mucho o poco, cuánto se puede ahorrar o como mejorar la economía personal o familiar en cada caso. Es decir, sirve para hacer un análisis de nuestra situación concreta y mejorarla de cara al futuro. Ya que un ahorro pequeño establece que no se tiene un respaldo por si sucede cualquier imprevisto en el futuro o, simplemente, no se está planificando para cuando llegue el momento de retirarse de la vida laboral.

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