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    Bonos bancarios

    ¿Qué son los bonos bancarios?

    Los bonos bancarios son un tipo de bonos dentro de la renta fija emitidos por la banca, tanto industrial como comercial. Son emitidos a un plazo más corto que las obligaciones, entre 3 y 10 años. Las modalidades son similares a las de las obligaciones. Los bonos bancarios, en concreto, son obligaciones a medio plazo (entre 3 y 5 años) con una rentabilidad preestablecida, ya que son activos de renta fija. Son productos financieros emitidos por la banca industrial y por la banca comercial y también por las cajas de ahorro. Son conocidos como bonos de caja si los emite la banca industrial y como bonos de tesorería si los emite la banca comercial o las cajas de ahorro. En función del emisor pueden cotizar en mercados oficiales. La amortización puede realizarse por su valor nominal o con prima de reembolso. Las emisiones de valores están sujetas a la elaboración de un folleto informativo que recoge el régimen fiscal aplicable, de este modo, el inversor no tiene que calificar el activo ni determinar por si mismo el régimen fiscal aplicable de los valores en los que invierta.

    Más sobre los bonos bancarios

    Como cualquier otro bono de renta fija, los bonos bancarios son emitidos por las diferentes entidades para financiarse. Es decir, un inversor que compre un bono de una entidad o caja de ahorro lo que está haciendo es prestar su dinero a cambio que le sea devuelto más los intereses fijados previamente. Aunque existen bonos de muchos tipos de duración, en la banca suelen vencer entre los 3 y los 5 años. Esto quiere decir que, al finalizar la duración del bono, el inversor recibe la totalidad del dinero prestado más esos intereses. Cuando se habla del rendimiento de un bono bancario, lo que se contempla es el precio de compra y los pagaos de intereses previstos durante la duración del bono. Aunque, también influyen los tipos de interés fijados por los bancos centrales y su oscilación durante el periodo de duración del bono y la solvencia que tenga el emisor del mismo. Esta última parte sirve para calificar un bono y es muy importante tenerla en cuenta. Las agencias de calificación internacionales, como Moody’s o Standard and Poor’s, se dedican a realizar análisis de solvencia financiera de los emisores de bonos y, en función de este examen previo, le otorgan una calificación al bono. La más alta de todas es la triple A (AAA) y se traduce en una máxima seguridad del emisor. Esto quiere decir que la capacidad de que el dinero sea devuelto es alta y el riesgo del bono es bajo. De igual manera, al existir menos riesgo son bonos que ofrecen menos rendimiento al inversor. Tras esta calificación existen otras nueve más que van desde la AA hasta la D, siendo esta la más baja de todas. Por tanto, en un bono bancario también es importante conocer la nota que recibe ese emisor por parte de estas agencias para saber más acerca de la solvencia y del riesgo que se asume. Aun así, una calificación triple A, aunque sea la más segura de todas, no implica un riesgo igual a 0, ya que siempre está vigente el riesgo de impago. En cuanto a los bonos de caja y los bonos de tesorería, los primeros solo pueden ser emitidos por los bancos industriales y de negocios, que son aquellos que ofrecen sus servicios a las grandes empresas o corporaciones. Es decir, no tienen acceso a ellos la mayoría de los clientes, solamente algunas empresas. Por su parte, los bonos de tesorería son emitidos por la banca comercial y las cajas de ahorro, como puede ser cualquier entidad conocida como CaixaBank, Ibercaja, BBVA, Banco Santander, etc. Eso sí, ambos funcionan de igual manera y necesitan la autorización previa del Banco de España para poder sacar ese bono al mercado.

    Términos asociados

    Renta Fija

    Valores mobiliarios y afectos que representan una parte alícuota de un préstamo a una empresa privada, entidad pública o ...

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