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    Tendencia de Largo Plazo

    ¿Qué es una tendencia de largo plazo?

    Una tendencia a largo plazo es un indicador técnico que se puede chequear cuando la media móvil de medio plazo (70s) estará sobre la media móvil de largo plazo (200s) en tendencia alcista, viceversa en tendencia bajista.

    Las medias móviles, si bien se han vinculado al análisis chartista, son el indicador de seguimiento de tendencia más simple y ampliamente utilizado. Las medias móviles “suavizan” la curva de precios amortiguando la volatilidad y aportando una visión más clara sobre la dirección de los precios. Como indicador de seguimiento no son indicadores líderes, no anticipan nada, sino que son indicadores retrasados que reaccionan cuando el cambio de tendencia ya ha tenido lugar, confirmándolo.

    ¿Qué medias se utilizan para las tendencias de largo plazo?

    Utilizamos tres medias aritméticas de periodicidad creciente: por ejemplo, de 25 sesiones para la tendencia terciaria (corto plazo), 70 sesiones para la tendencia secundaria (medio plazo) y 200 sesiones para la tendencia principal o primaria (largo plazo). La relación se establece con el cierre, en tendencia alcista en todos los plazos el cierre estará sobre la media de 25, esta sobre la de 70 y la de 70 por encima de la de 200 sesiones. En una tendencia bajista ocurriría lo contrario. Si el cierre está menos de un 1,5% por encima o debajo de la media la tendencia se considera lateral para el plazo correspondiente

    Así, gracias al uso de los gráficos y de estas medias aritméticas se puede saber cuál es la tendencia a largo plazo de un determinado activo. La tendencia puede ser alcista o bajista, aunque también se puede ver una tendencia lateral. En la tendencia alcista, todos los plazos de cierre deben estar sobre la media de 25 está sobre la de 70 y la de 70 por encima de la de 200 sesiones, como ya se ha explicado en el párrafo anterior.

    Cuando la tendencia a largo plazo es alcista, los inversores pueden optar por seguir la tendencia de mercado poniéndose largos en ese determinado valor. Mientras que, si se detecta una tendencia bajista, se pueden poner en cortos para beneficiarse de las caídas que se están produciendo. Por último, si la tendencia es lateral, será más complicado de tomar la decisión de inversión y habría que ir a medir los movimientos con otras herramientas técnicas para saber cuál puede ser la posición más acertada en ese caso.

    Aunque detectemos una tendencia a largo plazo, esto no quiere decir que ese determinado valor vaya a seguir en esa línea que ha seguido hasta ahora. Para eso, habría que mirar otros indicadores técnicos, como el indicador de volumen para medir la fuerza de la tendencia y poder confirmar si se está manteniendo con fuerza, o si por el contrario está perdiéndola y la tendencia está resultando ser débil. Es decir, por si sola esta tendencia a largo plazo no debería ser el único análisis técnico que se haga sobre un activo para decidir invertir o no en él. Es necesario comprobar otros datos y así poder saber si es una decisión acertada apostar por la tendencia.

    Por último, esta tendencia se puede aplicar a cualquier tipo de activo que cotice en el mercado. Da igual si se trata de una acción, de una materia prima o de una criptomoneda. El análisis técnico no tiene tan en cuenta el tipo de activo, sino su comportamiento en los gráficos.

    Los riesgos siempre se mantienen presentes ya que no sabremos durante cuánto tiempo seguirá en vigor la tendencia actual. Para ello, tendríamos que ir chequeando la tendencia a largo plazo y otros indicadores de volumen para saber cuándo salir y entrar en el mercado.

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