
Pero vamos al lío. Porque, como casi siempre, el dato mata al relato. Y los datos nos dicen que muchas veces, cuando el mercado ha subido mucho… aún puede subir más. De hecho, lo ha hecho siempre que ha habido una subida atómica como la vivida estos días.

Fuente: Carlos Arenas Laorga
Empecemos por el cuento de nunca entrar. No compres ahora, que ya ha subido, dicen. Lo mismo que en marzo de 2024… Pero el mercado no funciona como un ascensor que, al llegar al último piso, se para. Siento el tono del artículo, pero reconozco que me he tensado un poco. Nadie está a salvo de ser un cuñado cada tanto… Pero se han juntado varias cosas. Por un lado los que llamaban hace poco más de un mes diciendo que querían vender todo, diciendo ahora que es tarde para entrar en el mercado. A estos se lo paso porque no se dedican a este sector. Pero luego vienen otros. Los de no entres ya que esto ha subido mucho. Ya, revisa la tabla que he puesto arriba. A 6 meses (y en adelante) de una subida espectacular, el 100% de las veces tienes rentabilidades positivas. El 100%, cuñado. Y la media a un año es de más del 40%... Estos cuñados ya me han molestado un poco más y a ellos les dedico esta tabla. Pero es que se ha juntado con un tercer cuñadismo. He visto a algún profesionales del sector hablando de su exitosa estrategia de haber reducido o dejado a cero la renta variable (quizá en casos de conservadores tenga sentido, ahí no me meto) a comienzos de las caídas. Me parece fenomenal. No entro. Pero lo que no debe hacer uno nunca es jactarse. Siento repetirme, pero esto como el golf. Haces una salida magnífica y cuando estás viendo el berdie, das un filazo de segundo golpe con un wedge que te pone en tu sitio y te deja con un doble bogie en el cuerpo. No ser pretencioso no es solo una virtud, sino una necesidad en este sector.
Pero seguimos con el cuñado de las subidas. El argumento más sofisticado de los cuñados agoreros es: todo esto ya está en precio. Claro. Pero también se decía eso en febrero de 2024… y mira dónde llegamos y dónde estamos en mayo de 2025. El mercado no es omnisciente, solo es optimista a ratos.
Después de una fuerte caída de volatilidad, como la que vimos en agosto pasado, el comportamiento del mercado suele ser muy positivo. De hecho, en el 100% de las veces, un año después de una caída significativa del VIX, el S&P 500 ha cerrado en positivo, con una media del +14,3%. Lo mismo ha sucedido con la última caída de volatilidad estos días atrás. Puede no cumplirse esta vez, claro. Pero si tienes que apostar, mejor hacerlo con las probabilidades a tu favor.

Fuente: Carlos Arenas Laorga
Aquí entra en juego uno de los errores más frecuentes: confundir rentabilidad con recorrido. Recuérdaselo al cuñado. Que algo haya subido un 15% no significa que no pueda subir otro 15%. Si no, que se lo digan a Nvidia o a Meta en 2023. Lo que importa no es lo que ha subido, sino por qué ha subido… y si ese por qué sigue siendo válido.
¿Y si volvemos a caer? Pues bienvenido al club de los que invierten con cabeza. Nadie —nadie— sabe qué hará el mercado mañana. Pero lo que sí sabemos es que las carteras bien diversificadas y con horizonte de largo plazo se benefician, a la larga, de estar siempre invertidas. No hace falta adivinar el próximo movimiento; basta con no salir corriendo. Si hemos aprovechado estos días para incrementar posición en vez de salir corriendo, ya llevaremos una buena rentabilidad, y solo hemos vuelto a los niveles previos.
La historia está llena de rallies que fueron solo el principio. Y sí, también de correcciones que sorprendieron a todos. Pero si cada vez que el mercado sube te preguntas si es tarde para entrar, probablemente nunca entres. Y si nunca entras, nunca creces.
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