La aplicación de la teoría de la opinión contraria encuentra su base fundamental en la psicología de los inversores, puesto que se aplica en momentos concretos de mercado por aquéllos operadores que no se dejan influir por la psicología de masas.

Se producen momentos de mercado en los que el exceso optimismo de la mayoría de inversores (provocado por un rumor, noticia de impacto, etc), deriva en una sobre valoración de los activos cotizados que atrae a más inversores minoristas seducidos por los titulares y los avances registrados. Para un seguidor de la presente teoría, será momento de vender ya que el mercado tenderá a ajustar sus valoraciones.

De igual manera, encontramos momentos de mercado en los que el excesivo pesimismo de la mayoría de inversores, deriva en una infra valoración de los activos cotizados que impulsa a más inversores minoristas a vender sus acciones. Para un seguidor de la presente teoría, será momento de comprar.
 
Referencias en Internet al rebote del “Gato Muerto”
Fuente: Google Trends y Estrategias de Inversión.

El cuadro anterior muestra las referencias que podemos encontrar en Internet en relación al rebote del “gato muerto”, un término con el que se pretenden describir un rebote en el precio pero sin un recorrido amplio, entendiendo que la tendencia previa permanecerá vigente (ver: “No den por muerto al gato”), momentos en los que no necesariamente el mercado da continuidad a su tendencia bajista.

Representación de los rebotes del "Gato Muerto" en el Dow Jones en gráfico semanal con oscilador Estocástico

Fuente: Visual Chart y elaboración propia.

Por ello, planteamos las siguientes cuestiones: ¿Cuáles son los motivos más habituales que pueden provocar un sentimiento extremo de mercado (euforia y/o pesimismo)?¿Cómo se entrena y gestiona una inversión basada en fundamentos psicológicos?¿Qué datos y/o indicadores nos permiten aumentar la fiabilidad de aplicación de la teoría estudiada?¿Cómo podemos detectar los movimientos de los pequeños inversores?