El fuerte tramo al alza desplegado por el S&P 500 desde los mínimos del 23 de marzo se ha debido fundamentalmente al enorme estímulo monetario de los bancos centrales (el FED ha comprado todo salvo acciones) y a las expectativas de una recuperación de la actividad económica superior a la inicialmente esperada por los programas de estímulo fiscal aprobados por los gobiernos que pueden permitírselos.
El mercado ha descontado una vuelta lenta al trabajo.
No podemos descartar que, tras el final del confinamiento, el paro en los EEUU se sitúe en torno al 7%.
La capacidad de los restaurantes y bares permanecerá reducida al 50% durante muchos meses.
Si el S&P 500, tras la vuelta a la normalidad, iniciará una nueva onda a la baja, el FED compraría acciones aunque Mnuchin ha dicho que ese escenario es “altamente improable”.
Hoy los inversores estarán atentos a las palabras de Powell en la rueda de prensa virtual que dará a partir de las 20h, hora española.
No se esperan grandes novedades, pero de momento los futuros del S&P 500 están cotizando al alza.
El S&P 500 se paró al llegar al 2.900 y en la sesión de ayer retrocedió hasta los 2.857.
Los mínimos de ayer constituyen la primera zona de soporte, que va desde 2.850-2.840.
La siguiente zona de soporte es el 2.720. Este es un soporte importante.
Por arriba, nos vamos a fijar hoy en el 2.900. Si el S&P 500 fuese capaz de cerrar por encima de 2.900, muy probablemente intentaría dirigirse a la zona de los 3.000.
En este sentido, debemos tener en cuenta que los gestores de fondos estadounidenses han sido pillados claramente por sorpresa ante la magnitud del rebote y están en lquidez o con posicion neutral.
Por su parte, el NASDAQ 100 experimentó en la sesión de ayer una realización de beneficio. Había sido el índice que lideró la subida y es probable que los gestores de fondos hayan vendido para realizar ajustes de cartera de cara a fin de mes. Incluso, es probable que los inversores particulares hayan vendido antes de la publicación de los resultados por estas empresas.
El NASDAQ 100 marcó un máximo el pasado lunes en 2.918 y en ese nivel se giró a la baja. Los retrocesos de lunes y martes enviaron al NASDAQ 100 a la primera zona de soporte, 2.600. El daño provocado por esas ventas no ha sido importante, pero da la sensación de que ha iniciado un movimiento lateral.
Si se fijan en el gráfico observarán que ha perforado la recta directriz alcista, pero es cierto que no lo ha hecho de forma violenta. Y también se ha dibujado una divergencia ligeramente bajista en los indicadores de momento.
Ahora bien, mientras se mantenga por encima del siguiente soporte, situado en 8.390, mantendremos una predisposición alcista.
En la sesión de ayer, los valores de pequeña y mediana capitalización subieron, probablemente porque han sido los últimos en los que los gestores de fondos están cancelando posiciones cortas.
La recuperación económica aún no ha comenzado.
La actividad industrial en China se recuperó con cierta fuerza tras la vuelta a la normalidad, pero, transcurridas dos semanas, ha vuelto a recaer.
Ahora bien, hay datos positivos en China: el consumo parece estar recuperándose y las operaciones de compraventa de inmuebles también se están recuperando.
Los chinos piensan que la pandemia ha sido contenida.