El marco en el que se encuentra el mercado norteamericano está siendo uno de los temas de debate preferido para los analistas. Tanto es así, que la guerra entre alcistas y bajistas es cada vez más marcada. Muchos apuntan que ya se ha terminado el rally de los últimos 5 años que han llevado a los principales índices a tener unas valoraciones más que hinchadas.
Pero esa tampoco es una visión a la que se suman todos los expertos. De hecho, hay algunos que han dicho en los últimos días que las caídas que vimos durante la semana pasada forman tan solo una corrección normal y corriente dentro del recorrido al alza que aún le queda al S&P 500, el selectivo referente para los inversores al otro lado del charco.
Tenga o no una caída más profunda en los próximos meses, lo que dicen los fundamentales, evidentemente, es que hay que estar ojo avizor por si el S&P 500 empieza a perder los niveles clave, entre los que se encuentran los 1.900 puntos. Sin embargo, desde el punto de vista técnico, muestra un aspecto más que notable.
En este sentido, los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión muestran que el S&P 500 se encuentra en fase de consolidación, mientras que recibe una puntuación de 7 puntos en una escala que oscila del 0 al 10.
Este análisis técnico señala que el índice presenta una tendencia bajista a medio plazo, aunque al largo plazo aún da continuidad a su tendencia alcista. Su momento total lento es positivo y su momento total rápido, también. El volumen a medio y largo plazo es creciente, además de que la volatilidad que presenta el activo es decreciente en el tiempo.
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