Empezando por Estados Unidos, la preapertura se ha visto salpicada con el optimismo de los datos de empleo. Alexis Ortega asegura, en declaraciones a Radio Intereconomía que "son datos basados en dos estadísticas distintas y creo que habría que hacer más caso a los datos sobre la tasa de empleo y no tanto a los desempleados. El problema es que es un buen dato, pero todavía estamos muy lejos de los datos que teníamos en la parte alta del 2007."

Mientras, Europa vive inmersa en su propia espiral de deuda. Ortega señala que "el problema que tenemos con los planes de ajuste es que tenemos unos deudores que no pueden pagar y unos acreedores que quieren cobrar, pero las condiciones que están imponiendo son muy duras. Grecia y Portugal son países que no crecían ni siquiera durante la buena época y vamos a tener que empezar a hablar de reestructuraciones. Estos deudores que no pueden pagar, hablo de toda la Europa periférica, dentro de unos años tendrán que hablar con los acreedores para hacer una quita, como el caso británico, los que no puedan, tendrán que hacer ajustes muchos más duros." Y dice, además, que el país británico se ha convertido en "carne de cañón" para el FMI y el BCE.

Y con la resaca del discurso de Trichet que enfrió los mercados al descartar una subida de tipos en junio, Ortega asegura que la inflación "es un elemento importante, pero a diferencia de lo que ocurrió en el 2008 cuando cayó el precio de las materias primas. Ahora, la situación es parecida pero no llegaremos a eso. Todas las revueltas del norte de África han acabado aumentando los costes de esos países y la inflación ha venido aquí para quedarse."