El beneficio ajustado de Shell se redujo en concreto hasta los 1.800 millones de dólares, dentro del rango medio que presentó la compañía hace unos meses, que se encontraba entre los 1.600 millones de dólares y los 1.900 millones de dólares. Por el contrario, esto supuso un gran descenso con respecto al año anterior en el que obtuvo ganancias de 3.3000 millones de dólares.
La caída del precio de crudo ha supuesto la reducción de las empresas de la industria como sucedió en el caso de Exxon Mobil, o BP, encontrándose en una lucha constante para buscar el crecimiento y la inversión para poder abordar la retribución a sus accionistas. Shell está apostando por la adquisición de BG Group por unos 50.000 millones de dólares para ganar cuota de mercado, aumentar su flujo de caja, y poder mantener los dividendos actuales
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"BG ahora se convierte en importante reto para Shell, ya que le ayudará a crecer y tiene una alta calidad de sus activos”, aseguró Brendan Warn, analista de Capital Markets en declaraciones a la agencia Bloomberg.
Sin embargo, lo que ha ofrecido un impulso alcista a todo el sector petrolero es la reestructuración que tiene en mente la compañía para seguir siendo solvente. Y ella se basa en el despido de 10.000 empleados de la compañía con sede en La Haya. Ese factor ha sido el más importante para que repunte más de un 3% desde el inicio de la cotización.
Del mismo modo, el resto de petroleras europeas han reaccionado al alza tras conocerse estos resultados, al igual que el rebote del barril de crudo Brent que se ha llegado a situar sobre los 33 dólares, cuando ayer mostró un sesgo bajista. En este sentido, Repsol reacciona con alzas superiores al 2,5%, BP se incrementa más de un 3%, o Total que sube cerca de un 2%.
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