Tras un verano conflictivo, Ryanair ha alcanzado un acuerdo laboral con el sindicato de pilotos irlandeses, Fórsa, tras una sesión de negociaciones que se extendió durante 22 horas. Ahora la pelota está en manos de los pilotos que tendrán que decidir si aceptan el pacto o no. Aunque no han trascendido los datos del acuerdo, si todo va según lo previsto, Ryanair daría carpetazo al que ha sido su verano más complicado después de que el desacuerdo entre compañía y pilotos derivara en cinco convocatorias de huelga a lo largo del verano. Unos paros que se saldaron con la cancelación de 400 vuelos en los que se estima que habría entre 55.000 y 67.000 pasajeros afectados, según quién facilite los datos.
Todo esto se dio a conocer un momento en que la compañía anunció un beneficio neto de 319 millones de euros en su primer trimestre fiscal, un 20% menos de las cifras publicadas un año antes. Una caída que, según la propia compañía, se debió a un abaratamiento del 4% en el precio de su tarifa aérea media así como el incremento en la factura del combustible y costes de plantilla. No obstante, Ryanair aumentó su tráfico de pasajeros el 7% respecto al primer trimestre de 2017, hasta los 37,6 millones, y también elevó sus ingresos el 9%, hasta los 2.079 millones de euros.
Noticias que han sido reflejadas en bolsa. El valor cede desde comienzos del verano en torno a un 3% - tras haber recuperado solo ayer un 5% después de conocer el acuerdo – dejando la lectura anual en una pérdida del 7%.
Una lectura bien distinta a la que presenta IAG , que recupera más del 10% desde comienzos del ejercicio. Un porcentaje del que más de la mitad corresponde a la subida experimentada este verano. La compañía se encuentra en medio de negociaciones para ver si se hace o no con el total de la aerolínea de bajo coste Norwegian, en la que controla el 4,7% del capital. La compañía cerró el primer semestre del año con un beneficio de 1.408 millones, más del doble de las cifras publicadas un año antes principalmente debido al impacto f iscal efectuado en su sistema de pensiones. Entre enero y junio, los ingresos totales ascendieron a 11.206 millones de euros, un 3,1% más, en tanto que el beneficio de las operaciones antes de partidas excepcionales fue de 1.115 millones de euros, un 17,4 % más que hace un año.
Los resultados de IAG se vieron afectados por los tipos de cambio para convertir los resultados financieros de British Airways y Avios desde la libra esterlina al euro y en el semestre el impacto neto de la conversión de divisas fue desfavorable en 26 millones de euros.
La pregunta ahora es si ambos valores pueden seguir la tendencia de este año o volverán a cruzar sus caminos. Si tiramos de la opinión del consenso de brókers, en el caso de Ryanair el precio objetivo medio está en los 17,06 euros, lo que supone un potencial del 23,36% desde los precios actuales. Un precio que se ha alejado de los más de 20 euros que dibujaban las casas de análisis hace un año. De los 22 analistas que cubren el valor, 12 optan por recomendar su compra (o fuerte compra) frente a 7 que optan por mantener y tan sólo tres que se muestran vendedores de la acción.
Algo más ajustado es el potencial que presenta IAG, concretamente del 8,3% sobre los precios a los que cotiza actualmente. De los 12 analistas que cubren el valor, ocho son compradores frente a uno que recomienda vender la acción y los tres que optan por mantener.
Si tiramos de análisis técnico, los indicadores de IAG presentan una puntuación superior a la del selectivo español en un valor que está en tendencia alcista a medio y largo plazo, con momento positivo y volatilidad que son compatibles con subidas adicionales en el valor.
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