Según Jeroen Blokland, especialista multiactivos y gestor de carteras, ha llegado el momento de invertir en materias primas ya que las economías están saliendo de la recesión del Covid-19. Según este experto, esta clase de activo, que normalmente no es muy apreciado, tiene un enorme potencial cuando lo peor del frenazo económico haya pasado por los confinamientos.

Los fondos multiactivos de Robeco han aumentado su ponderación de materias primas –en concreto a los metales industriales– para beneficiarse de la recuperación.

Robeco apuesta por invertir en materias primas al calor de la recuperación económica

Robeco sostiene que lo peor ya habría pasado y eso significa que “la demanda mundial empezará a mejorar ahora. Lo mismo le ocurrirá a las materias primas y en especial a los metales industriales”, apunta Blokland.

“Al mismo tiempo, en el mercado de materias primas están empezando a tomar forma ajustes por el lado de la oferta. Los metales preciosos también ofrecen potencial alcista en circunstancias económicas diferentes, en especial si la recuperación económica mundial flaquea, o si las expectativas de inflación aumentan”, explica.

“Por tanto, desde una perspectiva técnica ha llegado la hora de sobreponderar materias primas, lo que nosotros hemos realizado de forma neutral para la cartera”, arguye.

Industria mejor que servicios

Blokland señala que los datos disponibles apuntan a que los sectores industriales saldrán con más fuerza de la recesión del coronavirus que los sectores de servicios, que todavía sufren medidas para contener el virus, como la distancia social.

Según él, las medidas vigentes tendrán un efecto más duradero en determinados sectores de servicios que en los industriales. “Los últimos suponen el grueso de la demanda de materias primas. El hecho de que los índices de gestores de compras (PMI) de servicios de todo el mundo cayeran a niveles mucho más bajos y que se hayan recuperado menos que los PMI favorece esa hipótesis”, subraya.

“Además de una recuperación de la demanda, también prevemos un ajuste por el lado de la oferta. El reequilibrio de los mercados de materias primas ha comenzado y seguirá en los próximos meses y trimestres. El petróleo es un buen ejemplo de ello, al haber recortado la OPEP+ el suministro en casi 10 millones de barriles al día”, indica.

“Para los metales industriales, también prevemos un reajuste de este tipo, aunque de forma menos centralizada. Los mercados de metales se caracterizan por las enormes distancias geográficas entre productores y consumidores. En los últimos meses, eso conllevó un repunte de los inventarios de metales industriales, ya que la producción no podía literalmente ir a ningún sitio debido a las medidas de confinamiento adoptadas”.

Una buena diversificación

Aparte de suponer una buena inversión de cara a la recuperación económica prevista, Blokland señala que los metales preciosos son una buena diversificación de la cartera y pueden servir de cobertura si las cosas no salen como se preveía.

“En concreto, el oro ofrece una cobertura atractiva para distintos escenarios macroeconómicos”, puntualiza. “Su condición de refugio seguro quedó patente cuando el coronavirus afectó a la economía mundial. En abril, el precio del oro se elevó por encima de los 1.700 dólares, aproximándose a sus máximos de 2011 y 2012. En marzo y abril, el oro generó una rentabilidad positiva de más de 6%”, defiende.

 

 

“Aunque nuestro escenario base no contempla una nueva recesión, consideramos que, dados los extraordinarios estímulos adoptados por gobiernos y bancos centrales de todo el mundo, existe margen para que las expectativas de inflación aumenten cuando pase el shock desinflacionario y se ponga en marcha la recuperación”, valora.

Oro y plata

“Considerado por muchos inversores como el activo real definitivo, el oro se ha comportado históricamente bien cuando las expectativas de inflación han aumentado. En la actualidad, las expectativas de inflación están muy apagadas. Aunque podría pasar algún tiempo antes de que la inflación se dispara, no descartamos esa posibilidad en el futuro. Entre otras cosas, porque pensamos que en buena medida los estímulos no van a revertirse a corto plazo”.

“Una subida continuada de las expectativas de inflación también aplazaría el debate sobre la sostenibilidad de la deuda. Los bancos centrales ya han mostrado que están dispuestos a que la inflación supere los niveles objetivos en sus jurisdicciones. Prevemos que el oro se beneficiará si el crecimiento y la inflación regresan”.

Además, añade que no hay que olvidarse de la hermana pequeña del oro, la plata. “En esas circunstancias también pronosticamos un buen comportamiento de la plata. En primer lugar, porque el oro y la plata casi siempre van de la mano. Y en segundo, porque, al contrario que el oro, la plata tiene un uso industrial (en aleaciones para electrónica), por lo que se beneficiaría de una recuperación de la demanda mundial. En los últimos años, la ratio oro/plata ha alcanzado niveles extremos. Prevemos cierta reversión a la media de esta ratio cuando la demanda industrial se recupere”.

Mayor potencial que la renta variable

El aumento de la exposición a materias primas ha conllevado que Robeco reduzca posiciones en las bolsas de mercados emergentes, una clase de activo que históricamente ha guardado una estrecha relación con las materias primas, cuya extracción se realiza en muchos países en desarrollo.

Desde Robeco apuntan que la renta variable de mercados emergentes descuenta una significativa recuperación, sin llegar a una V, por lo que ven poco potencial de revalorización en ese segmento. “Esto no es desde luego predecible en las materias primas. Prevemos que la rentabilidad relativa de las materias primas mejore cuando la recuperación económica se ponga en marcha y se consolide el reajuste entre oferta y demanda”, comenta.

“De todas las clases de activos de riesgo, las materias primas son las que menos descuentan la recuperación económica mundial que anticipamos para los próximos trimestres. La combinación de un reequilibrio de oferta y demanda y una clara mejora en las cifras de crecimiento de PIB tras la caída histórica sufrida debería impulsar al alza a los precios de los metales industriales”, sentencia.