Siempre que el análisis se base exclusivamente en el movimiento de los precios estamos haciendo un análisis técnico.
Los analistas fundamentales hacen sus análisis de otra manera, buscan empresas ‘baratas’ o ‘caras’ a través de modelos de valoración, para lo cual analizan el estado financiero de la empresa, la posible evolución futura del negocio y el ambiente global.
El análisis técnico engloba varias formas de trabajar con el movimiento de los precios: el análisis de las figuras y el uso de osciladores e indicadores. La manera más antigua es interpretar las figuras, soportes, resistencias y tendencias de los precios. Este método de análisis se desarrolló en los años 40. Posteriormente vino el desarrollo de los indicadores y osciladores, que en general, son operaciones matemáticas sobre la serie de precio, estas técnicas comenzaron en los años 60.
Algunos autores establecen una diferencia entre el análisis técnico y el análisis chartista. Para ellos el análisis técnico se basa en indicadores y osciladores mientras que el análisis chartista se basa más en el estudio de figuras. En la práctica ambas cosas son complementarias y en este trabajo hablaremos de análisis técnico para cualquier tipo de análisis basado exclusivamente en la evolución pasada de los precios.
Gráfico en el que se apoya el análisis técnico
Con el análisis técnico se intenta recopilar información exclusivamente por el movimiento de los precios y su principio más firme es que los mercados actúan por tendencias y que el estado de ánimo, la información de la que disponen los agentes, en resumen, todo lo que influye en el comportamiento de los precios está expresado en el gráfico.
¿Por qué funciona el análisis técnico?
Imaginemos a una serie de inversores bien informados que comienzan a tomar posiciones en un valor debido a que saben que las expectativas de la empresa son buenas y tarde o temprano esto se verá reflejado en los precios. Se comienza a tomar papel posicionándose en el mercado o aprovechando cualquier pequeño declive. Llegará un momento en que la oferta de papel se va haciendo a precios superiores y se comienza a presionar los precios al alza.
Por el momento, los análisis o las noticias no han salido a la luz. Las personas que siguen este valor se comenzarán a dar cuanta de que 'algo hay' y empezarán a focalizar la atención en sus movimientos. En vista de que los precios están presionados al alza, comienzan a retirarse posiciones del lado vendedor. En este momento es muy posible que muchos operadores estén a la espera de abrir posiciones largas y probablemente comenzarán a surgir rumores o especulaciones.
La tendencia se confirma, y comienza un tramo al alza más o menos violento a medida de que las informaciones sobre la empresa van cobrando protagonismo en los medios de comunicación. Cuando las cosas han llegado demasiado lejos, los operadores mejor informados comienzan a distribuir pequeños paquetes para no deteriorar la tendencia de fondo. Muy probablemente el tirón al alza ha atraído a multitud de pequeños inversores que compran esperando aprovechar parte del tramo.
La presión de papel continúa, y empieza a haber agotamiento del movimiento. Los precios cada vez son más reacios a subir y se comienzan a romper soportes. El resto de paquetes que les queda a los operadores mejor informados lo sueltan al mercado sin miramientos provocando una caída abrupta. A esto añadimos las ventas de los que peor entraron, y desean realizar pérdidas antes de perder una cantidad considerable de dinero, la tendencia ha cambiado.
El ejemplo expuesto es el más evidente que se puede poner y es básicamente el planteamiento de Dow. Es razonable pensar que el comportamiento de los operadores del mercado funciona de una manera parecida a la expuesta. Los mercados funcionan por tendencias, y normalmente las noticias que van saliendo se van descontando antes de que se produzcan. El mercado se mueve por expectativas y no por realidades. El analista técnico puede detectar muchos indicios de que la tendencia puede cambiar o continuar, y localizar zonas críticas en los precios que pueden servir de referencia para su operación.
El analista técnico ha de saber abstraerse de la euforia o del desánimo ejerciendo casi como un psicoanalista de la masa de inversores. Si un analista técnico se deja llevar por la esperanza o por el ambiente no estará haciéndolo bien. Es necesario obrar con disciplina y frialdad, y no dejarse arrastrar por el ambiente que para él es objeto de estudio aséptico, y puede ser una fuente de información muy valiosa.
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