Hacía mucho tiempo que en los titulares de la prensa de todo el mundo no se hablaba tantas veces y con tanta profundidad de la renta fija. La llegada de la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años al 3% se ha convertido en todo un acontecimiento y todo indica que la evolución de los mercados de bonos darán mucho de qué hablar conforme los Bancos Centrales de los principales países desarrollados del mundo vayan poniendo fin a los programas de políticas monetarias no convencionales vayan finalizando. Y esa es la tendencia.

Natixis Investment Managers acaba de publicar la última edición de su Barómetro de carteras mayoristas españolas en el que se dibuja qué están haciendo las 50 mayores entidades financieras españolas de gestión de patrimonio.

Según los datos analizados, en el último trimestre de 2017 se observaron las siguientes grandes tendencias entre los inversores de nuestro país:

- Los inversores españoles parecen reducir su perfil de riesgo al pasar flujos del perfil moderado al conservador.

- En renta variable se produjeron leves incrementos en renta fija global tras la buena evolución de este tipo de activo.

- En renta fija continua la tendencia de búsqueda de alternativas al high yield y a la renta fija europea de larga duración, por la creciente preocupación por la liquidez de la primera y por la duración y baja rentabilidad de la segunda.

Juan José González de Paz, consultor sénior de inversiones en el Departamento de Análisis y Consultoría de Carteras de Natixis Investment Managers (PRCG), explica que “hasta el momento, la alternativa al high yield y los bonos europeos de larga duración está siendo los fondos flexibles globales, ya que permiten delegar la asignación de activos en renta fija en un entorno más desafiante para el activo, a la vez que  se obtiene una rentabilidad a vencimiento mayor que la renta fija europea, pero sin incurrir en el riesgo de iliquidez de la renta fija de baja calidad crediticia”, señala el experta.

Destacan en la entidad que la llegada de la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años al 3% ha provocado que aumente la preferencia por los fondos de renta fija flexible global. “Los inversores se han estado posicionando para este movimiento desde hace un tiempo y ahora vemos que está sucediendo”, comenta González de Paz.

rentabilidad

Sin embargo, según este experto, no está claro si la subida del 10 años americano implicará más flujos positivos, ya que en lo que va de año y sobre todo en la corrección de febrero, tanto acciones como renta fija han mostrado una elevada correlación.

Los movimientos de las carteras de los inversores mayoristas españoles muestran una reducción de los fondos mixtos con más exposición a renta variable. Es más, los autores de este Barómetro  apuntan que el año pasado se ha producido una gestión más prudente de los activos del cliente conservador y por  eso el menor peso de la bolsa.

En concreto, estos gestores señalan que a pesar de la buena rentabilidad de la renta variable, los gestores no han añadido posiciones significativas a este activo, ya que algunos consideran que los mercados descuentan ya un excelente escenario tanto macroeconómico como microeconómico, y por tanto se incrementa el riesgo de que las expectativas no sean tan buenas como se esperan.

Entre los factores que los gestores consideran que podrían afectar negativamente a la evolución de las bolsas mencionan los siguientes: el proteccionismo económico, el impacto de las subidas de tipos y una mayor volatilidad a futuro.

Además, las diferencias regionales y sectoriales en las distintas plazas bursátiles están siendo muy acusadas, por lo que la visión sectorial y geográfica está siendo clave. En este sentido, las acciones globales son las que más interés han despertado.