Con frecuencia nos topamos con determinadas figuras chartistas, con más o menos éxito: canales, cuñas, formaciones Hombro-Cabeza-Hombro, dobles y triples suelos y techos, etc.
Pero hay otras figuras que no suelen ser tan habituales, no por ello carentes de importancia las pocas veces que se forman. Una de estas figuras es la vuelta en isla. Su formación consiste en un hueco de agotamiento seguido por un hueco de escape, tras un período de mayor o menor lateralidad. Es una figura de cambio de tendencia que se produce al final de un movimiento acusado:
- Alcista si se produce tras un movimiento de tendencia a la baja. Responde por tanto a un momento de pánico de los predominantemente bajistas que se dejan llevar por el nerviosismo imperante, pero al cabo de un tiempo se produce el efecto contrario y las compras se acumulan con fuerza de forma que se produce un nuevo hueco de apertura, esta vez al alza.
- Alcista si se produce tras un movimiento de tendencia al alza. Responde por tanto a un momento de euforia de los predominantemente alcistas que se dejan llevar por el optimismo imperante, pero al cabo de un tiempo se produce el efecto contrario y las ventas se acumulan con fuerza de forma que se produce un nuevo hueco de apertura, esta vez a la baja.
Para ilustrar lo comentado, me gustaría mostrar un ejemplo reciente en uno de los grandes valores tecnológicos de Estados Unidos: Microsoft. Para ello vamos a utilizar un gráfico de velas diarias.
Tras los altos alcanzados el pasado mes de noviembre por encima de los 50 dólares, el valor inició un tramo bajista hasta finales del pasado mes de enero; concretamente el día 27 de enero se produjo un fuerte hueco a la baja de más de cuatro dólares por acción, coincidiendo con las noticias que aparecían aquellos días en relación al lanzamiento del sistema operativo Windows 10 y los posibles problemas en su comercialización. Desde entonces Microsoft estuvo desarrollando un movimiento de lateralidad, entre los mínimos ligeramente por encima de los 40 dólares y los 44 dólares.
Pero el pasado día 24 de abril las expectativas cambiaron, produciéndose un nuevo hueco de apertura pero en este caso al alza. Tenemos así pues una figura de “vuelta en isla”, con las implicaciones alcistas que ello conlleva. Lo podemos ver en el siguiente gráfico:
De forma más detallada, mostramos en el siguiente gráfico la zona que tendría que superar el valor para iniciar un previsible nuevo tramo alcista en el muy corto plazo, delimitada con la línea bajista de color negro: los 47 dólares. El objetivo más conservador serían los 50 dólares, aunque si los superara podríamos ir subiendo el stop de forma dinámica, estableciéndolo inicialmente en la pérdida de los 45 dólares tal como muestra el gráfico.
Esta estrategia se puede seguir perfectamente con CFDs, ya que podemos elegir el tamaño de posición que mejor se adecue a nuestro perfil de riesgo y por supuesto, con horquillas y comisiones muy competitivas!
Como siempre, no olviden la importancia de la diversificación y de la necesaria paciencia para esperar una operación, no nos dejemos llevar por la euforia. No olviden tampoco establecer niveles de stop, nos pueden salvar una cuenta…
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