El nuevo consejero delegado del Banco Popular y "
número dos" de la entidad, Pedro Larena, asume en la presente jornada su cargo da comienzo a una nueva etapa en la que tiene el gran reto de que la entidad se centre en el negocio bancario rentable, al mismo tiempo que logra liberarse del lastre inmobiliario.
A finales de julio, en concreto el día 29, justo el mismo en el que se conocían sus cuentas de los primeros seis meses del año, Banco Popular informó acerca del el nombramiento de Larena como consejero delegado en sustitución de Francisco Gómez, quien optó por una prejubilación, después de 30 años dedicado a la entidad.
El consejero delegado saliente accedió a su puesto en enero de 2013 con el objetivo de encarar un nuevo episodio de la entidad, tras culminar su recapitalización, y con la idea de lanzar un plan de expansión internacional a 5 años.
Ahora, el nuevo "número dos" del Popular, que acumula una amplia experiencia en banca minorista, tanto en entidades financieras nacionales como internacionales, deberá llevar a cabo el nuevo plan estratégico del banco, presentado junto a una ampliación capital de 2.500 millones de euros a finales de mayo.
Un plan con el que Popular aspira a librarse de 15.000 millones de euros en activos improductivos antes de 2018 y que le debería ayudar a recuperar su rentabilidad de forma "potente".
En estas, si miramos su cotización en los mercados la realidad es que vive una auténtica hecatombe en su precio en los últimos tiempos. De hecho, pasó de encontrarse sobre los 4 euros a pasar en los niveles por encima del euro en los que se encuentra en la actualidad. Un desastre que tiene que ver con complicaciones internas y por los sinsabores que arrastra el sector bancario en general.
%%%Le avisamos cuando Popular llegue a niveles clave|POP%%%
Si nos centramos en nuestros filtros técnicos, lo que observamos es que Popular se encuentra en fase bajista en los mercados, mientras que recibe la mínima puntuación posible: cero puntos sobre diez posibles. El valor muestra una tendencia bajista en el corto y en el medio plazo, mientras que el resto de variables están en negativo.