Pérdidas en las entidades, competencia desleal… ¿qué efectos tendrá el impuesto a la banca? 

El BCE advirtió el jueves en un dictamen no vinculante que la propuesta podría dañar la posición de capital de los bancos, provocar un mayor coste del crédito para los clientes y tener un impacto en la economía.

"Por supuesto que vamos a seguir adelante con este gravamen", dijo Calviño a los medios de comunicación en Londres, después de que el proyecto de ley superara un nuevo obstáculo parlamentario al rechazar el Congreso de los Diputados español una propuesta alternativa.

El exministro español de Economía y actual vicepresidente del BCE aseguró que “nuestra opinión trata de ayudar a los gobiernos y eso a menudo la gente lo olvida. No es vinculante", ha recordado en  la conferencia 'Energy Prospectives', organizada por el IESE y la Fundación Naturgy, donde también ha señalado la polarización de la opinión pública en España. Y ha asegurado que "La política fiscal no es nuestro trabajo pero tiene potenciales consecuencias en la solvencia de la banca, el crecimiento del crédito y las condiciones de financiación", ha añadido.

Así, el vicepresidente del BCE ha explicado que en el proceso para producir su opinión el BCE ha incorporado un panel con representantes de muchas áreas diferentes, incluyendo economía, política monetaria, supervisión o estabilidad financiera, además de contar con la colaboración del banco central nacional, teniendo en cuenta opiniones emitidas previamente y las características específicas del caso.

Javier Santacruz, Miembro de IEAF  e Investigador de la Fundación de Estudios financieros destaca dos aspectos del informe del BCE: “por un lado, detecta deficiencias técnicas en la propuesta legislativa que producen inseguridad jurídica y afecta tanto a la salud de las entidades de manera individual como en el conjunto del sistema. Y, por otro lado, no existe una evaluación del entorno actual y de los próximos trimestres de cómo afectará, no sólo al comportamiento esperado de las entidades financieras, sino también a la propia evolución de la economía nacional” 

A su juicio, el BCE señala una falta de coherencia entre objetivos presupuestarios generales frente a extraordinarios, cuando lo que debería suceder es que un impuesto extraordinario se dedique a una tarea extraordinaria muy concreta y medida en el tiempo, diferente a la de conseguir ingresos permanentes para reducir el déficit público.

Al no haber analizado en su conjunto el balance y cuenta de resultados de la banca (junto con las condiciones actuales de mercado) y sólo fijarse en la existencia de windfall profits, puede suceder que una entidad sujeta al impuesto termine incurriendo en pérdidas de explotación, agravadas por una mayor dotación de provisiones obligada por el incremento de la mora y, por ende, provocando un impacto negativo significativo sobre sus niveles de recursos propios. “Estaremos cruzando una barrera peligrosa como es la de provocar pérdidas en entidades, ya de por sí necesitadas de generar resultados positivos, al mismo tiempo que se fomenta una situación de rivalidad desleal”.

Fuentes de la CECA recogidas por Europa Press creen que el dictamen del BCE "confirma que el gravamen no es proporcional a la rentabilidad de las entidades de crédito, ya que no tiene en cuenta ni los costes de explotación ni el coste del riesgo de crédito, y resalta que el BCE espera que las entidades de crédito reflejen en los precios de sus préstamos todos los costes en los que hayan incurrido, incluidos los fiscales"

Junto a esto, dice Santacruz, está la  falta de adecuación del impuesto a la realidad actual. “Diseñar en el vacío o de una manera aislada del conjunto un tributo implica en términos técnicos demasiadas lagunas y demasiado margen para la interpretación, incluso alcanzando a los propios organismos de Competencia a los que se les ha encargado perseguir a las entidades que repercutan en precios el impuesto sin dotarles del instrumento de análisis adecuado para determinar si la subida de precios (que se está produciendo de manera generalizada dado el contexto de subida de tipos de interés y la evolución de la demanda de productos y servicios financieros) se debe o no al impuesto, algo de lo que ya advierte el BCE de que no es posible tener”.