1. ¿Cuándo debemos empezar a ahorrar?
Cuanto antes mejor, ya que el ahorro sistemático en plan ‘hormiguita’ nos permitirá, con un menor esfuerzo, alcanzar un capital final suficiente como para constituir una renta que complemente la pensión pública.

2. ¿Cómo debe ser nuestra inversión? Una persona joven podrá adoptar mucho más riesgo en planes de renta variable para obtener una mejor rentabilidad a largo plazo e ir trasladando, con el paso del tiempo, su cartera a posiciones más conservadoras.

3. ¿En qué entidad contratamos nuestro plan? Hay que analizar la calidad de la gestora por la que nos interesemos y comprobar si sus planes ocupan unas buenas posiciones en el ranking de rentabilidad a largo plazo (rentabilidad sostenida) y solvencia. La información clara, puntual y de calidad también debe ser un factor importante para evitar sustos.

4. ¿Existe alguna alternativa a los planes de pensiones?

? Planes de Previsión Asegurados (PPA), que cuentan con las mismas ventajas fiscales que los planes de pensiones. Estos vehículos aseguran un tipo de interés para toda la duración del contrato y, año a año, remuneran a un tipo asegurado más alto que comunican al ahorrador antes de cada vencimiento anual.
? Los Planes de Ahorro Individual Sistemático (PIAS) son contratos celebrados con entidades aseguradoras para constituir (con una duración mínima de 5 años con la nueva reforma fiscal), una renta vitalicia asegurada. Los rendimientos obtenidos en el periodo de ahorro no tributan si se constituye una renta vitalicia
? Los Seguros de Vida de Ahorro no gozan de ventajas fiscales, pero permiten el rescate en cualquier momento.
 
5. ¿Debemos realizar nuestras aportaciones de manera mensual? Mejor que de forma trimestral o anual. De este modo, lograremos diversificar el riesgo del momento de la inversión.

6. ¿Qué otras variables debemos tener en cuenta? Las comisiones de gestión y depósito. No siempre un plan con una comisión más baja es el más adecuado, ni la más alta asegura una mayor rentabilidad. Las comisiones en planes de renta fija deben ser inferiores a los planes de renta variable, que deben tener una gestión dinámica y activa para obtener buenas rentabilidades que mitiguen el efecto de esas comisiones. A la hora de trazar nuestro plan para la jubilación, también es fundamental tener en cuenta la inflación, la fiscalidad, los tipos de interés, la evolución de los mercados…

7. ¿Quién nos puede ayudar? Consulta a un asesor financiero acreditado. Es la mejor forma de lograr una correcta planificación de la jubilación, ya que el asesor nos acompañará en el momento de constitución del ahorro para obtener la máxima rentabilidad financiero-fiscal, nos asesorará en el momento en que debamos cambiar el perfil de nuestro fondo y a la hora de obtener la mejor prestación en forma de renta vitalicia, temporal o financiera.

8. ¿Cuánto podemos llegar a ahorrar? EFPA España ha elaborado un modelo para ver cuánto dinero podría acumular un ahorrador en el momento de la jubilación. Este modelo incluye tres supuestos de ahorro: 75, 100 y 150 euros al mes, incrementando su aportación 10 euros anuales y comenzando a ahorrar a los 30 años. Además, estima una rentabilidad media del 4% entre los 30-45 años (mayor apuesta por renta variable), un tipo de interés del 3% entre los 45-55, donde se reduciría el peso de la inversión en Bolsa y una rentabilidad del 2% en los últimos años como trabajadores (55-67), correspondiente al interés estimado de los bonos de renta fija en el largo plazo. Con esta estimación, en el supuesto de un ahorro mensual de 100 euros, se acumularían 186.355 euros en el momento de la jubilación, lo que le permitiría disponer al ahorrador de 776 euros al mes durante 20 años, como complemento a su pensión pública.




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