Así, el índice PMI compuesto de actividad total de la zona euro, elaborado por S&P Global y ajustado estacionalmente, se situó por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50, que separa el crecimiento de la contracción, por cuarto mes consecutivo en octubre. El índice cayó de 48,1 registrado en septiembre a 47,3, su nivel más bajo desde noviembre de 2020.
"Después de que los datos del PMI, al igual que los datos oficiales del PIB, revelaran un tercer trimestre débil, los resultados de la última encuesta del PMI de octubre sugieren que la economía de la zona euro se dirige hacia una recesión invernal", dijo Joe Hayes, economista senior de S&P Global Market Intelligence.
"La alta inflación está frenando la demanda y perjudicando la confianza empresarial. Los temores de que la crisis energética pueda intensificarse durante el período invernal también están aumentando la incertidumbre y afectando la toma de decisiones".
El índice de nuevos pedidos cayó a 45,0, desde los 46,3 de septiembre, su lectura más baja desde noviembre de 2020.
El PMI que cubre la industria de servicios dominante en el bloque bajó a un mínimo de 20 meses de 48,6 desde 48,8, aunque por encima de la estimación preliminar de 48,2.
Los elevados gastos de explotación debidos a los costes de la energía, los salarios y el transporte empujaron a las empresas de servicios a volver a subir los precios. El índice de precios de producción fue de 62,7, frente a los 63,2 de septiembre, la quinta lectura más alta en los 24 años de historia de la encuesta. "Los datos del índice PMI de octubre sugieren que las presiones inflacionistas se mantuvieron extremadamente elevadas en la zona euro", dijo Hayes. La inflación en los 19 países que utilizan el euro se disparó más de lo esperado el mes pasado, alcanzando el 10,7% y más de cinco veces el objetivo del Banco Central Europeo, por lo que es probable que el BCE siga presionando con más subidas de los tipos de interés y aumente la carga a la que se enfrentan los consumidores endeudados.
"Un empeoramiento sustancial de las condiciones económicas en los próximos meses puede hacer que los responsables de política monetaria tengan que tomar una decisión difícil con respecto al rumbo del ajuste monetario, por temor a que sea demasiado agresivo y prolongue la desaceleración".
En general, dicho declive señaló una contracción de la actividad total en la zona euro y, excluyendo el período de la pandemia, fue el más fuerte desde abril de 2013. La desaceleración reflejó contracciones más intensas tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios, y el lastre más significativo provino del sector manufacturero.