Los argumentos a favor de la renta variable se mantienen intactos a largo plazo… a pesar del Coronavirus

El impacto del Coronavirus sobre el crecimiento mundial en este primer trimestre podría ser considerable. No sólo por lo que provenga de China sino de sus socios comerciales, que también se verán afectados.

Sin embargo, “los bancos centrales responderán ante cualquier atisbo de recesión aunque no está clara su eficacia en esta fase y podría ser necesario elevar el gasto público”, reconoce Esteban. Eso sí, “está por ver si impediría la recesión en los lugares en los que el crecimiento es tenue”.

A largo plazo, renta variable y ¿a corto? Mantener la prudencia

Un escenario en el que podrían aplicar estímulos presupuestarios y con unos tipos que se mantendrán en niveles bajos “supone que los argumentos a favor de la renta variable se mantienen intactos a largo plazo. De hecho, esperamos ver entradas en fondos de renta variable con reparto de dividendo por los bajos rendimientos en otras áreas”.

A corto plazo, el planteamiento táctico está menos claro por lo que hay que mantener la prudencia. “En renta fija, somos cautos con los bonos corporativos y seguimos reduciendo el riesgo. En China, probablemente se mantendrá la aversión al riesgo y la deuda pública batirá a la corporativa”.

Por todo ello, los gestores de Fidelity están aumentando las posiciones largas a deuda pública estadounidense y reduciendo las posiciones cortas en deuda de gobiernos Europeos, recortando la exposición en aquellos activos donde las valoraciones siguen siendo elevadas.

“El próximo mes será determinante para la evaluación de los perjuicios económicos provocados por el Coronavirus peor la hipótesis de muchas empresas en las que invertimos es que el impacto del virus será realmente leve y desaparecerá conforme se acerque el verano”, asegura Esteban.

Para profundizar más en las perspectivas económicas, vea el Informe de Fidelity sobre el impacto del Coronavirus en las persepctivas obre la economía mundial.