Estos precios suponen diferencias del 37 por ciento, en el caso del gasóleo, y del 36 por ciento, en el de la gasolina.

Además de esta rebaja de precios, el año también comienza con una reducción del diferencial entre ambos carburantes, que en julio llegó a ser de 5,2 céntimos a favor del diesel, y ahora se sitúa en 1,2 céntimos.

Por el contrario, en enero de 2008 la gasolina era 3,2 céntimos más cara que el gasóleo.

La rebaja de los combustibles de venta al público llega tras el fuerte recorte experimentado por el barril de petróleo en los mercados internacionales.

Así, mientras el barril de crudo tipo brent, el de referencia en Europa, cotiza hoy a 42 dólares, en julio fijo su máximo histórico en 146,08 dólares, lo que supone un descenso del 71 por ciento.