Las primeras y más importantes rebajas del año llegan pisando fuerte. En lugar de empezar con suaves recortes de precios –lo normal es iniciar las rebajas con un descuento del 20 o 30%- este año muchos comercios españoles ofrecen ya desde el principio de la temporada descuentos de hasta el 50%. Con esta estrategia, los comerciantes pretenden paliar la mala situación de los últimos meses, en los que las ventas han disminuido sensiblemente. La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (AENGED) espera que en estas rebajas se produzca el 27% de las ventas de todo el año.Además, la mayoría de los analistas vaticinan un aumento considerable de compras este año. Según la Confederación Española del Comercio, los españoles gastarán de media unos 250 euros en las rebajas, alrededor de un 5% más que en enero de 2007. Las grandes protagonistas de las compras serán, como cada año, la ropa y el calzado, aunque también comienzan a ganar terreno los electrodomésticos. En las tiendas de ropa, lo más buscado son las prendas de abrigo, pero este año habrá menos existencias, ya que se vendieron más de las previstas el mes pasado.Consejos y AdvertenciasUno de los mayores peligros en esta época de “gangas” y “ofertones” es el derroche. La asociación de consumidores FACUA señala que los compradores “no deben dejarse engatusar por los grandes porcentajes de descuento en productos que siguen siendo caros incluso en las rebajas”y defienden un “consumo reflexivo y consecuente”. Asimismo, resaltan que el consumidor que más ahorra no es el que compra productos con un mayor porcentaje de rebajas sino “el que compra productos que le son necesarios en vez de realizar compras por impulso”.Además, es un periodo en el que para el comerciante es más fácil encandilar al consumidor, marcando un porcentaje de descuento mayor del real o incluyendo en las rebajas productos especiales para estas fechas. Según Ausbanc Consumo, es recomendable “observar que en la etiqueta figura el precio actual del producto y su precio antes de las rebajas, o bien el tanto por ciento rebajado respecto a su precio anterior”. Éste último es aquel aplicado sobre un producto idéntico durante un periodo de al menos 30 días. Asimismo, los productos no pueden ofrecerse a la venta “expresamente para la ocasión”, explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), sino que deben haber permanecido “en la oferta habitual del establecimiento durante, al menos, un mes”.Si un centro acepta el pago con tarjeta, salvo que indique de forma visible la excepción del periodo de rebajas, deberá aceptarlo. Lo más importante, una vez que se ha llevado a cabo la compra, sigue siendo conservar el ticket, porque será necesario e imprescindible para formular cualquier reclamación, devolución o cambio.La época de las ReclamacionesLas reclamaciones se disparan cuando comienzan las rebajas. En Madrid, donde más de la mitad de los ciudadanos acuden a las rebajas, el pasado enero se produjeron 1.600 quejas, de acuerdo con la Dirección General de Consumo de Madrid. El aumento en las reclamaciones no solo se debe a que hay una mayor actividad consumista, sino que además es un momento en el que se multiplican las prácticas que amenazan a los derechos del consumidor.La entrega de vales en lugar de dinero ante la devolución de un producto durante periodo de rebajas, es la denuncia más repetida de los consumidores. De hecho, supone el 80% de las reclamaciones que la Unión de Consumidores de España (UCE) recibe relacionadas con las rebajas. Según la UCE, esta práctica supone un “claro abuso en contra de los derechos del consumidor que condiciona su libertad de compra” en tanto que el consumidor “se ve obligado a aceptar unas condiciones de venta en las que en la mayoría de los casos no ha sido informado, y a comprar productos que no necesita o no quiere adquirir”. A pesar de que no se trata de una práctica ilegal, para que no se vulneren los derechos del consumidor, la UCE pide que los comerciantes permitan al consumidor canjear el vale fuera del periodo de rebajas.Las asociaciones de consumidores aseguran que es importante que los clientes se dirijan a ellas para proporcionar la información sobre las diferentes prácticas irregulares y que lleven a cabo reclamaciones, para así poder denunciarlo ante las autoridades competentes.