Ponentes de la mesa de infraestructuras: Fluidra, Clerhp y ASICA

Han participado: Pedro Martos (Unicorp Patrimonios); Juan Andrés Romero (Clerhp), Cristina del Castillo (Fluidra), Ignacio Sánchez (ASICA) y José Antonio Pérez Muriel (EFPA España)

Si tuviéramos que hacer un dibujo de cómo se encuentra el sector de ingeniería en nuestro país, sin duda, se podría hablar de que español casi casi queda el origen. Ignacio Sánchez, Presidente de ASICA asegura que “en la última década las diez grandes ingenieras españolas  han pasado a facturar el 90% en el exterior frente al 10% en España”. Algo que obedece a que el mercado español de ingeniería pública ha pasado de 900 a 250, “lo que supone una reducción del 70% del tamaño del mercado lo que ha hecho que las empresas se internacionalicen, no por vocación sino por obligación”.  

Una estrategia que cobra importancia en un momento en que se empieza a hablar de crisis y de recesión. “Podría ser porque la economía se mueve por ciclos, todos entendemos que no podemos tener una línea ascendente perfectamente diseñada, debe haber picos, y con una tendencia de fondo de crecimiento”, advierte Cristina del Castillo, Directora de relación con inversores de Fluidra. Una crisis, añade Juan Andrés Romero, presidente de Grupo Clerhp, que “suele ser asimétrica, de ahí que la estrategia de internacionalizar consista en buscar geografías donde la pirámide de población tiene una base más ancha, con mucha gente joven… Y eso a día de hoy está en los países de América Latina, que presenta muchas oportunidades en todos los países”.

Algo que se ha evidenciado en los últimos meses con la compra de TISA (líder en ingeniería civil en España) por la China JTSI con el objetivo del mercado latinoamericano y con la compra de TFM de PYME Getinsa Euroestudios con el mismo objetivo. En el caso de Fluidra, dice Castillo, “es en los emergentes donde más proyectos de cadenas hoteleras, gimnasios de élite y centros de alto rendimiento se están desarrollando en estos momento. Claro que también hay proyectos en mercados más maduros pero de forma más relajada”.  Algo que también comparte, aplicado a su sector, Clerhp que cree que con BIM (Building Information Modeling) va a haber una revolución aunque “estamos en un momento en que no hace falta una deslocalización de la ingeniería, la ingeniería está en España, pero sí deslocalizamos la prestación de servicios de valor añadido en cuanto a puesta en marcha de la ingeniería desarrollada aquí”.  Sobre los mercados en los que están presentes, Ecuador, Bolivia o Colombia son solo algunos nombres.

Una presencia a la que se añade otra variable: las divisas de las regiones en las que están presentes. Fluidra reconoce que, por la complicación de transportar su producto, tienen una cobertura natural  del riesgo divisa pues “nos obliga a estar presentes o muy cerca de donde están nuestros clientes”. Otra cosa, dice Castillo, es la seguridad jurídica que es algo que hay que valorar mucho “no sólo a nivel compañía sino de personal”. Una vez conocen el país, el riesgo divisa  y el riesgo políltico y social “es necesario tener un nivel de facturación suficiente como para justificar poner allí una delegación”. Desde Clerhp creen que, como cubrir el riesgo de divisa es más difícil “nosotros tenemos exposición prácticamente a todo Latinoamérica en patrón dólar. Tu riesgo  euro-dólar lo tienes”.  Y ¿qué ocurre con la repatriación de los fondos generados en otros países? Romero reconoce no tener ningún problema para tener fondos a España “pues la ingeniería la facturamos directamente desde España al cliente y hay convenios internacionales en los que pagas tus impuestos en origen y mandan el dinero sin problema”.

Y ¿cómo incorpora todo esto un inversor a su cartera? Con el plazo de la inversión. Hay una tradición de fondos de inversion que “han entrado en ingenierías, actualmente de EEUU y la OCDE, que están pidiendo entre el 8-10% de rentabilidad y el 15% si invierte en Latinoamérica pero hay que mirar proyecto a proyecto y tener en cuenta el tiempo en el que invierten, en torno a 10 años”, recuerdan en ASICA.  “Nosotros somos conscientes del riesgo divisa y creemos que se mitiga con la diversificación geográfica aunque tienes que irte a un plazo entre 3-5 años”. Y es que estas compañías no son para especular.

Sánchez muestra preocupación por la “compra de compañías de ingeniería por parte de fondos extranjeros debido a la pérdida de expertise. Ese sector en términos de PIB es muy pequeño pero, en cuanto a la palanca que genera, es importantísimo”. Este experto espera que no se repitan situaciones como la pérdida de Getinsa-Paima.  Juan Andrés Romero no cree que el capital extranjero que está entrando sea con vocación de permanencia sino que “está entrando para especular en el inmobiliario, básicamente. No estoy viendo inversiones importantes en la propia ingeniería sino de corte más oportunista”.  

Tendencias del sector de ingeniería

Con esto en el punto de mira, ¿cuáles son las tendencias que está primando el sector? El experto ASICA apunta a que “necesidades hay en todos los campos. Hay un  binomio que es bienestar social asociado a la ingeniería: a medida que pensamos y proyectamos más cómo queremos nuestras ingenierías, la sociedad crece en términos absolutos”. De hecho, la economía (telecomunicaciones,  transporte, infraestructuras…) se mueve a través del soporte de la ingeniería. “Realmente somos el soporte que vehiculiza la economía”, dice Sánchez. Un sector que tiene como reto principal la industrialización pues “es de los pocos sectores que tiene un proceso exclusivamente manual, a pesar de todo el desarrollo tecnológico que hemos tenido. Cuando se produzca ese salto, veremos cómo las compañías se reposicionan”, dice el directivo de Clerhp. La sostenibilidad es uno de los objetivos de Fluidra “no sólo en cuanto a emisiones sino en cuanto a eficiencia y ahorro de agua y electricidad”.

Con todo, la pregunta que subyace es si, con la importancia que tiene este sector, tiene que ser una inversión troncal de la cartera. Desde ASICA reconocen que hay dos formas de invertir en el sector: invirtiendo en la compañía que gestiona la infraestructura, con un horizonte de largo plazo y rentabilidades bajas pero estables;  o invertir en la compañía que participa en la construcción de la infraestructura, que suele tener crecimientos más fuertes en períodos más cortos. Todo depende del “capital que se tenga.  Con poco capital hay que buscar la primera fase, con algo más de capital, habrá que buscar la segunda”.

Una repuesta muy subjetiva que dependerá, dicen desde Fluidra, no sólo de la cantidad sino del plazo que necesitamos para volver a hacer líquido ese dinero. “Lo que el sentido común dice es que hay que diversificar muchísimo  y, en función del perfil de cada inversor, cada valor se tendrá que ir ponderando en función de su aversión al riesgo”.