Camión

A las 00:00 horas de este lunes comenzaba un paro de transportistas en nuestro país, convocado por la Plataforma de Defensa del Transporte, formada por camioneros autónomos y de pymes. Y arranca en un momento clave, a las puertas del ya famoso Black Friday, que a su vez da el pistoletazo de salida a las compras navideñas.

No es el primer paro que se vive este 2022; hace ocho meses, las protestas bloquearon centros de distribución e, incluso, provocaron que la industria láctea tuviera que interrumpir su actividad. Además, la situación dejó desabastecimientos puntuales en los supermercados. 

Pero en esta ocasión se espera que el impacto sea menor, ya que otras asociaciones que sí participaron del paro de marzo, como Fenadismer, Fetransa o Feintra, y tanto las organizaciones patronales como las sectoriales agrupadas en el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), no han respaldado el paro.

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha explicado que la primera jornada del paro patronal de los transportistas está "transcurriendo con normalidad" y que estas reivindicaciones, en el contexto actual, "no aportan nada".

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez

En una entrevista en 'Hablando Claro' de TVE y recogida por Europa Press, Sánchez ha apuntado que el paro está teniendo un "seguimiento minoritario" y los principales puntos logísticos del país están "funcionando sin problemas".

Hasta 600 millones al día

Pero, pese a esto, los paros podrían tener un coste para la economía española de 600 millones de euros al día, precisamente por estar a la vuelta de la esquina de la campaña de Black Friday y Navidad. Así lo indica una previsión de pérdidas realizada por el profesor de OBS Business School Eduardo Irastorza, recogida por Efe.

Y no se sabe cuándo se van a desconvocar los paros, que vienen originados por el descontento ante el real decreto-ley 14/2022 de medidas de sostenibilidad económica en el ámbito del transporte, publicado a principios de agosto, para tratar de garantizar que el precio del transporte sea superior a los costes y gastos individuales efectivos en que incide el transportista.

Los pequeños transportistas denuncian que las empresas cargadoras "siguen sin ofrecer ni pagar unos precios que den realidad a los costes que verdaderamente den lugar a una economía justa, sana y viable", así como la pasividad de la Administración en el control de la aplicación de la ley.