Comparativamente, la bolsa europea se ha movido con más fuerza que la europea con un crecimiento del 20,65% para la primera frente al 9% de la segunda. Asimismo, los multiplicadores son en el caso de España de 16,3 veces el beneficio mientras que en Europa asciende a 13,9 y la rentabilidad por dividendo se sitúa en el 3,91 para el Ibex, medio punto por encima de la del Eurostoxx. Así pues, los ratios son superiores a los europeos, a pesar de que en el secundario del Viejo Continente también se están registrando operaciones corporativas.