En declaraciones a Radio Intereconomía, Ramón Forcada afirma que se trata de “un escenario binario: si ocurre o si no ocurre. Creemos que la importancia que tendría una nube radioactiva sobre un país densamente poblado y el tercero en términos de economía mundial, no es lo mismo que con Chernóbil o el caso de Estados Unidos en 1979. En Japón hay poco espacio y los vientos pueden expandirse y será grave. En Tokio la gente está polemizando sobre si abandonar o no la ciudad”.

“Hasta ayer dábamos un 35% al peor escenario”, dice Forcada en relación a una posible catástrofe nuclear, y tendrá que “ir aumentando con el paso del tiempo. Hay tres núcleos de los 4 que podrían haber comenzado el proceso de fusión. Debemos interpretar negativamente la falta de información completa y fiable. Replegarse y tratar de proteger el patrimonio es lo que hay que hacer
. Esto no está pasando en una economía de quinto orden”.

Con este clima de incertidumbre sobre lo que pueda suceder, Forcada recomienda “no hacer nada. Desde el lunes ya eliminamos toda exposición a Japón, sobre Alemania también porque el 25% de lo que exporta va a Asia. Oriente Próximo está quedando eclipsado y hacen lo que quieren pero seguimos teniendo el petróleo afectado por una incertidumbre fuerte”.

Aunque a pesar de esta recomendación de retirada ante la duda, “no hay que infravalorar la capacidad de recuperación y sacrificio del pueblo japonés, ya lo han demostrado con el paso del tiempo”, asegura Ramón Forcada. “En el terremoto de 1995 de Kobe, en 5 meses tenían la capacidad productiva de la región al 95% recuperada. Pero si ahora uno lo analiza fríamente, se podría aplicar el concepto de en la intimidad nosotros decimos la verdad, pero si es descortés nos callamos. Mientras no sepamos el alcance real de la situación y a menos que el G 7 mañana nos diga algo, se podría llegar a romperse en liquidez”.