Cuando se cumplen tres años de la intervención de Afinsa, Cano aseguró que, de momento, los inversores propietarios de América Energy & Mining siguen interesados en la empresa "porque creen profundamente en este negocio y planean seguir con la actividad".


El plan, que planteaba devolver a los clientes la mitad de los 2.443 millones que les debe la empresa, proponía que Afinsa explotara tres líneas de negocio gracias a su estructura: la comercialización de bienes de inversión en metales preciosos y piedras preciosas, la gestión del patrimonio inmobiliario destinado al alquiler y la gestión de bienes filatélicos.


El juez mercantil Francisco Javier Vaquer rechazó la propuesta, apoyada por un grupo de clientes, por carecer a su juicio de verosimilitud y resultar "objetivamente de muy difícil cumplimiento", además de tener fallos técnicos.

Entre otros argumentos, Vaquer señaló que la empresa no tenía una "mínima solvencia patrimonial" para garantizar el pago de 1.200 millones de euros, ya que sus únicos activos eran dos minas en Mendoza (Argentina).

"Esas minas son de oro y uranio y tienen un valor de 40.000 millones de dólares", sostuvo Cano, que criticó la falta de apoyo del juez y la administración concursal a los planes de viabilidad y de pagos que ha presentado, por un lado, Afinsa y, por otro, América Energy & Mining con el respaldo de un grupo de clientes.

"Sólo se llegará a la liquidación por la obstrucción y el empecinamiento de unos cuantos", criticó Cano, que lamentó la "devastadora falta de sensibilidad hacia miles de personas" que a su juicio han mostrado el juez y los administradores.

Los administradores concursales han rechazado el precio de los sellos que daban los antiguos gestores y lo han establecido en 249 millones, de forma que valoran los activos de Afinsa en 812 millones a precio de liquidación, frente a unas deudas de 2.443 millones.

Esto significa que los 190.666 clientes y acreedores sólo recuperarán como máximo el 33% de la inversión al existir un agujero patrimonial de 1.631 millones.

Ante estos datos, Cano Cuevas confió en que "el cliente estará mayoritariamente inclinado a dar una oportunidad a la empresa" porque "el plan supone la revitalización concreta de la compañía" y porque es mejor "tener una oportunidad" que liquidar la empresa sin haber tenido otra opción antes.

Reconoció la dificultad de recabar las adhesiones de sus inversores al plan de pagos de Afinsa, ya que "existen casi 190.000 clientes muy dispersos geográficamente que han recibido informaciones contradictorias, por lo que muchos de ellos están confundidos".

Cano Cuevas, imputado por estafa, administración desleal, insolvencia punible y blanqueo de capitales, defiende su inocencia al señalar que "más allá de los hechos, existe una versión oficial que todo el mundo da por cierta y que orilla los datos que han ido apareciendo".

Por ejemplo considera acreditado que la Fiscalía Anticorrupción no puede sostener la imputación por estafa piramidal, ya que "hay sellos para pagar a los clientes" lo que en su opinión descarta la estafa por un esquema Ponzi.

También aseguró que "no existen cuentas secretas de Afinsa", en referencia a las investigaciones que la Fiscalía Anticorrupción sigue en el extranjero