Ofelia Marín Lozano, directora de análisis de Banca March reconoce en Radio Intereconomía que hay inversores muy solventes que tienen mucha deuda Europea. “Sólo hay que ver que en torno al 9% de la deuda pública española la tienen los agentes asiáticos. China dijo que estaba comprando bonos pero también Brasil y determinados países que ayudan a compensar los desequilibrios interiores de nuestra economía”. Ahora no sólo hay que mirar si Portugal colocará a un tipo mayor o menor “sino pensar en el efecto que tendrán que tener esas intervenciones para no agravar los problemas de estas economías”. Esta experta recuerda que intervención de facto está habiendo en todos los países “porque estamos sometidos a una presión continua para reducir el déficit público”.

El día en que Grecia ha conseguido colocar con éxito su subasta de deuda, mañana le tocará a Portugal y el jueves será España. Pero ¿qué ocurrirá si Portugal solilicita ayuda? Marín Lozano reconoce que será una situación similar a la que se vivió en Irlanda “con préstamos a tipo inferior y condiciones de una mayor supervisión de sus cuentas públicas”.

Nuestro gobierno ha indicado que lanzará una emisión sindicada de 6.000 millones de euros en bonos a diez años. Una operación que “no da ni más ni menos confianza pues está aceptada de antemano para evitar colocarla en el mercado”. Eso, reconoce, tampoco es la solución definitiva. Lo que habrá que buscar “es que el mercado se calme, que se vea que la deuda española es perfectamente pagable y que existe la obligación por parte de las aurotidades políticas de recortar el gasto público”. La directora de análisis de Banca March reconoce que el miedo que se vive en el mercado es excesivo.

Déficit de tarifa es un problema acumulado a lo largo de los últimos años que crece según se incrementa el coste de generación de energía “y que tenemos que ser conscientes que hay que pagar”. Por lo tanto, sabiendo que es un problema español “no creemos que tengan que ayudar ex presidentes del gobierno pero la realidad es que casi todos los sectores que forman un oligopolio tiene el problema de que el Estado tiene el ansia de gastar menos”. Por ese motivo el sector está siendo penalizado en bolsa “a pesar de ser seguro –cobra nada más dar el interruptor- y su visibilidad. Ahí podemos decir que los dividendos son altos y buenos pero la recurrencia tiende a penalizar mucho a sus cotizaciones”.