La última encuesta de Bloomberg indica que más de dos tercios de los analistas consultados apuesta por una subida de 75 puntos básicos en su reunión de mañana jueves. Y sobre todo destacan que desde Frankfurt se ha actuado hasta la fecha de una forma muy lenta, de forma que el resultado es esa media europea de los precios en un galopante 9,1%.
De ahí que se espere que los halcones vuelvan a ganar la partida con un aumento más elevado de los tipos. Pero a los mercados, lo que más le afecta es lo imprevisible y ya descuentan incluso esa alza, de tres cuartos de punto porcentual, por encima de las expectativas iniciales. Por tanto, el efecto inmediato no debería ser elevado en su presión bajista.
Sin embargo, las expectativas y las palabras, siempre medidas con tiralíneas, de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) Christine Lagarde tras la decisión, nos darán más pistas sobre la evolución futura, algo que ya se está observando con lupa desde las bolsas. Porque los nervios del mercado tienen una mirada en un horizonte más largo: hasta dónde pueden subir los tipos y su impacto en las cotizaciones.
Es decir, si el BCE será capaz de controlar una inflación que vuelve a tensionarse con el corte de suministro del gas ruso, un inicio de lo que nos espera en el otoño invierno más que caliente, paradójicamente, al que nos tendremos que enfrentar. Y eso puede conllevar una lectura negativa para los mercados: si las subidas continuarán, hasta qué punto y en qué cuantía, con la agresividad que conlleven.
Ante eso uno de los elementos a los que tendremos que estar atentos son las nuevas previsiones el BCE. En las anteriores, si recuerdan, el Banco Central Europeo colocaba en el 6,8% la media de inflación en la eurozona para todo el presente ejercicio. Y sabremos si considera que esta nueva y agresiva subida que se espera matiza la evolución de los precios o no lo hace. De cualquier forma, el consenso de mercado espera una revisión al alza de las estimaciones del BCE sobre la evolución del Índice de precios al consumidor (IPC) por el impacto energético
Sin duda se espera que el euro, que se ha colocado por primera vez en más de 20 años por debajo de las 0,99 unidades ante el corte del gas procedente de Rusia, se verá apoyado si finalmente se incrementan los tipos en 75 puntos básicos.
También veremos de la mano de las previsiones del PIB qué efecto se espera en la economía. La encuesta de Bloomberg indica que la mayoría de los analistas ve una recesión suave en el horizonte, a pesar del impacto de los tipos: recortes consecutivos negativos de dos trimestres e incluso, más de la mitad, no prevé que el mal llamado crecimiento negativo se prolongue mucho más en el tiempo. Y se espera que revise a la baja el aumento del Producto Interior Bruto (PIB).
Veremos además cómo se pronuncia Lagarde sobre la política de antifragmentación de la entidad y su idea de poner la tirita antes de que se produzca la herida: esa heterogeneidad de los bonos de los miembros mirando especialmente a países como España con la subida de tipos y el mayor endeudamiento que supone. En juego esa reinversión de 1,7 billones de euros en bonos comprados en la pandemia. La mitad de esos ingresos revertirá en la adquisición de deuda italiana y un tercio más que se repartirán las emisiones de Portugal Grecia, y también de España.
Sobre lo que puede pasar mañana recogemos algunas impresiones. Desde JPMorgan siguen apostando por una subida de 75 pb mañana mismo. La idea, según la firma estadounidense es que los tipos de interés en la eurozona, ante el azote de la inflación alcancen el nivel del 2% en la parte final del próximo ejercicio. Desde Ibercaja, Cristina Gavin responsable de Renta Fija destaca que el mercado da por hecho una subida de 75 puntos básicos y será interesante ver las pistas que dan sobre los movimientos futuros de los tipos y las proyecciones de crecimiento e inflación.
También German García Mellado, gestor de renta fija de A&G también destaca estas premisas, el consenso en el cuarto de punto de subida y las proyecciones y añade que no se esperan novedades relevantes sobre el mecanismo antifragmentación anunciado en julio.
Ya desde Bank of New York Mellon, Jan Felix Gloeckner, destaca que la presión es creciente sobre el BCE para subir en 75 puntos básicos los tipos en la eurozona, con debate incluido en el seno del Consejo de Gobierno, señalando que la credibilidad de la institución sigue siendo un factor crítico para atajar las expectativas de inflación a largo plazo.